miércoles, mayo 31, 2023
viernes, julio 15, 2022
Especiales o Fuera de la ley (Hors normes, 2019)
Vi hace unos días la película francesa Especiales, del director Olivier Nakache quien dirigió la afamada película Intocables (Intouchables, 2011). Para mi Especiales marca el regreso a mi pantalla personal de Vincent Cassel, al cual tenía tiempo que no veía. Quizás la última vez fue en la película el Cisne Negro (the black swan, 2010). Aun me cuesta un poco de trabajo verlo en roles de cine dramático siendo que él fue quizás el actor de acción más famoso del cine francés de los 90s. Verlo en este nuevo rol de cine dramático es algo completamente nuevo para mí.
En Especiales, Vincent Cassel interpreta a Bruno Haroche, un judío parisino quien dirige una organización llamada el Silencio de los Justos la cual se especializa en el cuidado y atención para individuos con espectro autista severo. Bruno ha renunciado completamente a su vida personal, lo cual se nos retrata en múltiples escenas donde le es imposible tener una cita amorosa con una pasarela de mujeres que sus compañeros de trabajo y amigos le presentan, pues todas sus citas son interrumpidas por su trabajo social.
Pero la película tiene varios hilos conductores además del de Bruno, simultáneamente nos cuenta la historia de Dylan un migrante africano que es novato en el cuidado de individuos autistas, y que no se siente apasionado con el empleo que tiene y lo hace con falta de interés. Por lo que todos los miembros de la organización lo subestiman constantemente. Lo que sobresale es su relación con un paciente llamado Valentine que vive en un hospital psiquiátrico y que vive permanentemente con un casco de seguridad para evitar que se golpee contra los pisos y paredes.
También seguimos la historia de Joseph, un paciente veterano en la organización al que Bruno se esfuerza por colocar en el mundo laboral, pero Joseph tendrá que enfrentarse a varios retos como viajar solo en el tren subterráneo sin jalar la palanca de emergencia, llegar a tiempo al trabajo y evitar tener conductas no aceptables como olfatear a sus compañeras de trabajo.
Simultáneamente a estas tres historias existe una amenaza para la organización Silencio de los Justos, el departamento de salud, no aprueba los métodos de la organización los cuales están fuera de la ley y una pareja de inspectores a lo largo de la película entrevistan a empleados y familiares de los pacientes para levantar un reporte que puede significar el posible cierre de la organización y la reubicación de los pacientes con sus familiares o incluso en manicomios o centros psiquiátricos.
El clímax de la película sucede cuando Dylan está en un hotel al cuidado de Valentine y se encuentra en su punto de mayo compromiso con su trabajo de cuidador, pero por un momento descuida y deja solo a Valentine en el cuarto, momento que el muchacho aprovecha para arrojar un televisor por la ventana y escapar, provocando una búsqueda y persecución frenética de Dylan, Bruno y otro miembros de la organización en las calles oscuras de Paris, hasta que encuentran Valentine deambulando en un eje vial donde por pura suerte los carros lo pasan de largo sin atropellarlo. Pero ningún carro frena para asistir al muchacho hasta que los miembros del Silencio de los Justos paran el tráfico y rescatan a Valentine.
Bruno es arrestado una noche por el incidente, es entrevistado por los inspectores del departamento de salud que le anuncian su intención de cerrar la organización, a lo que Bruno les pide que lo hagan pero que lo hagan en serio, que tomen ellos a todos los 40 pacientes y se hagan cargo en verdad de ellos.
Finalmente, la película concluye con el veredicto de la pareja de inspectores entregado línea a línea, con escenas del trabajo que hace la organización Silencio de los justos, una puesta en escena de danza moderna realizada por los pacientes con sus padres y familiares como espectadores. Las actividades que realizan en la organización donde que cada miembro es acompañado uno a uno por un cuidador, los paseos que se les dan a visitar distintos lugares de la ciudad, al boliche, a patinar e incluso granjas con animales. En la última línea del reporte los inspectores concluyen que el gobierno no tiene por el momento un reemplazo formal para los servicios que da a la sociedad la organización el Silencio de los Justos y que por lo tanto recomiendan mantenerla abierta, aunque funcione "Fuera de la ley".
Los créditos de la película son acompañados con imágenes de la vida real donde nos muestran al verdadero Bruno
Me gustó mucho la película creo que es bastante informativa sobre lo que viven las familias de personas autista, sobre la vida personal de las personas que deciden dedicar sus vidas a dar atención a personas con capacidades especiales. A mí me hizo recordar cuando era niño en la década de los 80s y iba a comer pizza al restaurante Benedettis de Centro Coyoacán (que después se convirtió en la pizzería que tanta competencia le hizo a Dominós en los 90s). Recuerdo que ahí, era común encontrarse a un viejo barbón que parecía un Santa Claus, pero en situación de calle, que llegaba generalmente con un grupo de no menos de 10 muchachos de la calle a los que invitaba comer pizza. Los comensales que no estaban acostumbrados se alarmaban y preguntaban si era correcto a los meseros, que trataban de calmarlos diciéndoles: Es un sacerdote, el padre Chinchachoma que dedica su vida a rescatar los niños de la calle.
Los comensales se calmaban, pero no dejaban de voltear a la mesa, cada vez que el padre con voz aguardientosa conversaba usando palabras altisonantes con los niños.
Después supe que el padre usaba métodos muy excéntricos para conectar con los niños que se invitaba a sus casas de asistencia. Lo del lenguaje pelado era lo de menos, en ocasiones consumía alcohol, inhalaba thiner u otras drogas y dormía en la calle muchas noches para que los niños lo reconocieran como uno de ellos y aceptaran irse con él.
El padre Chinchachoma murió en 1999 y dejo más de 10 casas hogar para niños de la calle en México y algunos otros países de Latinoamérica.
Quizás es hora que algún director de cine mexicano se interese en dejar de importar guiones de películas cómicas argentinas, hagan algo fuera de lo normal y nos llevara a la pantalla una historia similar a las que Olivier Nakache nos ha traído en películas como Intocables o en esta que les he comentado Especiales.
viernes, abril 23, 2021
El Alma en el Asador
George Orwell, autor conocido
por novelas como Rebelión en la
granja y 1984, fue además un gran escritor de ensayos, siendo sus
mas destacados Porque escribo y el
León y el Unicornio. Hoy me viene a
la mente uno de sus ensayos menos conocidos, La luna bajo el agua, donde
Orwell en un unos cuantos párrafos describe a detalle su pub o cantina de
barrio preferido en Londres.
Con motivo de mi primera
colaboración en esta nueva columna, deseo hacer un ejercicio similar al del
autor británico, a continuación describiré la que es sin lugar a duda mi
lunchería o cafetería de barrio preferida.
Mi lunchería favorita, el Alma sobre el Asador o el Alma como se le
conoce en el barrio, se encuentra en la esquina de un bulevar poco transitado,
con palmeras sobre el camellón rebosantes de dátiles frescos. Hay muchos sitios para estacionar bicicletas
de todos los tamaños, además de contar con una estación del autobús a dos
minutos caminando y otra del tren subterráneo a diez minutos a travesando un
parque.
Su clientela, que siempre es la misma, se compone con personas
de todas las edades y clases sociales. El Alma es lo suficientemente concurrido
como para mantener un buen negocio con su comensales. Los precios son accesibles
a todo mundo, incluso se ofrece al cliente pagar solo lo que considere justo
por el platillo preparado.
Cualquiera pensaría que la comida
es su principal atractivo pero a mi lo que mas me gusta del Alma es la acogida
que brinda a cualquiera que la visita por primera vez. Aquí la gente nueva
siempre es bien recibida, así como sus ideas e historias. Las conversaciones
son sin lugar a duda lo mejor que
encontrarás en el Asador. La cocina que es abierta, facilita la comunión que
ocurre día a día entre los cocineros y los comensales. Los primeros se sienten
orgullosos de su trabajo, al que consideran un arte. Los segundos observan
ansiosos la creación en progreso cual si observaran un pintor en acción o a un
danzante.
Los meseros, cocineros y demás
empleados, suelen ser muy atentos, porque se sienten apasionados por su
trabajo, sus salarios son bastante generosos y algunos de ellos, los de fijo,
son socios del Asador del Alma que por cierto es una cooperativa. Cuando los
platillos se sirven humeando en la barra, tablones y mesas, comienzan las
exclamaciones. Se escucha decir ¡Parrillero! - o -¡Maestro del fuego! - al
pasar cada bocado. dan inicio grandes charlas
sobre asuntos del barrio, asuntos de la vida diaria, deportes, activismo
político, arte y filosofía, mucha filosofía. Nada es muy académico, pero
tampoco tomado a la ligera. Un día, por ejemplo, una joven estudiante de
matemáticas explica los comensales como resolver problemas cotidianos con la
lógica matemática, y minutos después un albañil explica a la misma estudiante
como secar una humedad que ha invadido la pared de su cuarto. No todo es
concordia en el Alma, hay discusiones y conflictos de vez en vez, pero nada se
toma demasiado en serio.
Los días de lluvia suelen ser los
mejores. Las dos paredes que dan a la esquina cuentan con barras de madera
frente a los dos enormes ventanales. Uno puede sentarse en cualquiera de los
bancos a ver llover que es uno de mis deleites preferidos. Ahí muchos se
sientan a leer, estudiar o escribir sus diarios. Son los asientos ideales pare
dedicarse unos minutos al día a uno mismo.
Las tazas de café recién tostado, se sirven humeantes. El café es
aromático y cremoso, tanto que no hace falta agregarle leche o azúcar a menos
que sea la predilección del degustante.
Si uno le pide al barista
un late o un capuchino, este siempre nos brindará una efímera obra de arte,
grandes dragones volando entre nubes, pirámides mayas en el mar caribe, un oso emergiendo del rio, en incluso en
ocasiones con breves versos o historias.
Sobre la banqueta se encuentra un
patio con mesas que algunos de los asiduos amigos del dueño, usan para jugar
domino o ajedrez todos los jueves. De hecho el Alma sobre el Asador es famoso
en el barrio por organizar un torneo anual de domino desde hace varios años ya.
También es conocido por ser el sitio de
encuentro de distintos artistas, que intercambian poemas, dibujan, cantan o
tocan sus instrumentos por el puro gusto de convivir con la concurrencia que
siempre los recibe con igual candor.
El Alma es por supuesto una
lunchería, y la comida no es menos importante que todo lo demás, los almuerzos suelen consistir en tres
tiempos, el menú cambia todas las
semanas, y se ofrecen siempre los productos locales de la temporada. Los
cocineros provienen todos de distintas escuelas y regiones, se les permite
ensayar y experimentar con fusiones. Es común encontrar técnicas de comida
francesa, Tailandesa, Mexicana, Española, Africana y de muchas mas
nacionalidades similares a las de los múltiples artistas culinarios que han
transitado por su cocina.
En la barra de la cocina abierta,
tres cocineros preparan órdenes al momento, se acompañan siempre con pan y
tortillas que se hacen en la misma cocina todas las mañanas y con ingredientes naturales. Tacos de barbacoa,
sándwiches de carne ahumada, sopas de
calabaza, gazpacho de aguacate, Pulpo con tapenade a las brasas, son algunos de
los favoritos que regresan cada semana a
solicitud de los clientes. En la parte trasera se encuentran dos grandes
asadores de leña, en uno el parrillero atiza el carbón para asar carnes y
mariscos con leñas de roble, mezquite y olivo. En el segundo se asan o ahúman
vegetales, embutidos y se preparan postres
asados con leña de nogal, naranjo y manzano. El diseño de la cocina
evita que el humo y el calor invadan la lunchería, evitando que el parrillero y
los clientes pudieran ser incomodados. En el piso de arriba, hay un laboratorio
culinario donde todas las mañanas un grupo de entusiasmados cocineros,
experimentan con distintos ingredientes para refinar platillos que van desde lo
clásico hasta lo molecular.
Lo mejor del Alma sobre el Asador,
es su huerta trasera. Es un jardín muy grande, abierto siempre al público donde
se practica la agricultura urbana y además de servir para suministro de muchos
de los productos consumidos, también sirve para introducir a niños y adultos en
las bondades de la madre tierra. El
clima no siempre permite cosechar durante todo el año, pero al centro de la
huerta hay un invernadero de tamaño mediano, donde se hacen cultivos de
temporada, como moras y flores comestibles.
El Alma sobre el Asador, es mi
ideal de lo que debiera ser una lunchería de barrio, un comedero o un bistro,
etc. en cualquier parte del mundo. Pero
de la misma manera que George Orwell lo hiciera, llega el momento de revelar la
verdad que varios de ustedes ya sospechan. El Alma sobre el Asador aun no
existe.
Si alguno de ustedes queridos
lectores, conoce un comedor con cocina abierta, uno o dos asadores, una pequeña
huerta, cocineros y meseros amigables,
que además sea bueno, bonito y barato. Me encantará conocerlo aunque
tenga un nombre tan común como el Chalet Suizo o los Tres buhitos.
jueves, abril 15, 2021
15 de Abril del 2021 El futuro que nos contamos
El futuro ya no es lo que era,
el futuro ya no es loquera.
El futuro llano, es loquera. El futuro llano es.
El futuro ya no es.
Loquera
m A m E
Dicen que que cada civilización imagina su futuro de manera distinta. dependiendo su concepto particular del tiempo. Para la mayoría de las civilizaciones humanas, el futuro es el momento de la línea de tiempo que todavía no ha ocurrido; dicho de otra manera es una abstracción que bien puede ser anticipada, predicha, especulada, postulada, teorizada, calculada en incluso diseñada (dicen algunos) a partir de datos en un instante de tiempo concreto. En la relatividad especial, el futuro se considera como el futuro absoluto, real o el futuro del tiempo, lo cual puede ser una mala noticia para los que creen en el libre albedrío.
En física relativista, el tiempo se concibe como una cuarta dimensión. Si se fija un evento del espacio-tiempo y observador concreto, se divide el espacio-tiempo en tres regiones (futuro causal, pasado causal y eventos no relacionados causalmente), separadas por el evento del presente. En estos términos el futuro causal es real pero incierto, es tan solo un conjunto topológico construido a partir de líneas de tiempo sobre el espacio tiempo curvo, es decir geodésicas emergentes. Lo que provoca que teniendo dos observadores diferentes, sus futuros causales difieren por lo que el futuro no es una región absoluta, definida con independencia del observador. Lo que podría agradar a los que creen que el futuro no está determinado y que somos en un sentido filosófico los forjadores de nuestro propio destino. Pero el futuro no es tan simple.
Debo admitir que me empecé a interesar en el futuro tras mis primeras lecturas, a los 6 años conocí el concepto de las profecías en la biblia para niños, pero también en los libros de mitología griega las profecías parricidas sobre Zeus o Edipo. La idea de poder ver el futuro me fascino inmediatamente, pero pronto a través de los programas de tv y películas, descubrí un concepto aún más increíble: el viaje en el tiempo. Consumí todo lo que los medios tenían para hablar sobre el viaje en el tiempo, sobretodo con la serie Viajeros en el tiempo (Voyagers!), en la que pude ver a uno de los viajeros tratar de convencer al capitán del Titanic de que chocarían con un iceberg. También vi a Pedro Picapiedra quedarse dormido 20 años (yo totalmente ignorante de la historia de Rip van Winkle) para ver a su hija adulta casarse con el repartidor de periódicos. Fue con esa historia que caí en cuenta por primera vez en mi infancia que yo ya viajaba en el tiempo en todo momento, viajo hacia el futuro como Pedro Picapiedra, solo que el viajo 20 años dormido y cuando despertó era un anciano y se había perdido 20 años de vida.
Fue por ahí de los 7 que descubrí lo cómics de superhéroes y con ello al capitán américa, quien al igual que Picapiedra viajo al futuro, después de haber sido congelado por más de 4 décadas, pero su cuerpo no envejeció como el del cavernícola pues fue preservado en el hielo. De manera que el superheroe de la segunda guerra mundial pudo pelear hombro con hombro al hombre araña en el presente.
El tema del viaje al futuro y al pasado se volvió tan recurrente en los medios que acostumbraba, vi la serie de los 60, el túnel del tiempo, vi las películas clásicas de la máquina del tiempo basadas en la novela de HG Wells; pero fue la trilogía de Volver al futuro sin duda la primera película en la que el efecto mariposa o el caos que puede provocar un viaje en el tiempo se me hizo evidente. Y es curioso que fuera esa película la que me lo mostrara por primera vez porque al mismo tiempo está llena de errores e incongruencias en la línea de tiempo, que a mis 8 años de edad aún no era suficientemente educado para poder percibir.
Cambiar el pasado siempre ha sido un sentimiento muy humano. Quizás sea tan viejo como el arrepentimiento mismo. En nuestra lengua decimos que el hubiera no existe, pero es simpático que en la lengua castellana tengamos un tiempo específico para referirnos al pasado posible. En México decimos que el hubiera es el pasado pendejativo del verbo haber.
Ante la imposibilidad tecnológica de viajar al pasado y las consecuencias terribles que pudiera tener el cambiar la línea de tiempo que nos precedió, al grado de borrarnos de la existencia o causar una paradoja temporal.
En la filosofía del nunca tiempo, el eterno presente es la creencia de que solo el presente existe y que el futuro y el pasado son inexistentes. Así nos sentimos al menos nos seres humanos muchas veces cuando una situación nos rebasa como por ejemplo cuando somos padres por primera vez y solo podemos vivir en tiempo presente todo el tiempo. Yo recuerdo en cambio que al ser niño y adolescente me entretenía en las noches antes de quedar dormido, fantaseando como seria el dia siguiente, me anticipaba a los detalles más insólitos, e imaginaba de pe a pa como seria todo el dia de mañana.
Y es que el futuro es mas atractivo para algunos que el pasado, el futuro aparenta tener posibilidades infinitas, aparente ser libre aun en formación, aparenta ser maleable, nos da la apariencia de poder de cambio. Y quizás no sea del todo asi, quizas este igual de determinado que el pasado.
Algunas religiones consideran el futuro cuando tratan temas como el karma, la vida después de la muerte, y las escatologías, que estudian cómo será el fin del tiempo y del mundo. Algunas figuras religiosas, como los profetas y adivinadores han alegado poder ver el futuro.
Los estudios del futuro o la futurología es la ciencia, arte y práctica de postular futuros posibles. Los modernos practicantes subrayan la importancia de los futuros alternativos, en vez del futuro monolítico o único, y los límites de la predicción y la probabilidad frente a la creación de futuros posibles o preferibles.
¿Que seria de nuestro mundo moderno, sin la visión futurista de autores como Mary Shelley, Edgar Allan Poe, Julio Verne, H.G. Wells? ¿Viviríamos un mundo más distópico que el que vivimos si no fuera por la anticipación de George Orwell, Aldous Huxley o Ray Bradbury? Quizás las personas de nuestro tiempo le daban mas al pesimismo de Orwell que al optimismo de Verne
Durante el siglo XX el futuro mas optimista es el que nos vendieron los gringos en sus novelas, programas de tv y películas. Los más grandes avances de la sociedad americana se predijeron antes en sus pantallas y páginas de libros. Hace un par de décadas que percibo ese optimismo esta fracasando. El futurismo gringo ya no da más que para superhéroes. Las mejores historias de ciencia ficción de los últimos 20 años como Arrival, son escritas por chinos y llevadas a la pantalla por franco canadienses.
Mientras tanto en México nuestra propia voz sobre nuestro futuro como sociedad es muy tímida, existe un nicho de escritores de culto que han creado nuestro propio imaginario sobre el futuro de México, pero hasta el momento la anticipación no ha sido tan optimista como la de Verne ni tan pesimista como la de Orwell. Tenemos en el cine exponentes como los de Nuevo Orden que parecen plagiados de algunos cuentos de Bradbury y solo causan terror de clase. Dejo aqui la pregunta abierta: ¿Como imaginamos los mexicanos nuestro futuro?