viernes, julio 15, 2022

Especiales o Fuera de la ley (Hors normes, 2019)


 

Vi hace unos días la película francesa Especiales, del director Olivier Nakache quien dirigió la afamada película Intocables (Intouchables, 2011). Para mi Especiales marca el regreso a mi pantalla personal de Vincent Cassel, al cual tenía tiempo que no veía. Quizás la última vez fue en la película el Cisne Negro (the black swan, 2010).  Aun me cuesta un poco de trabajo verlo en roles de cine dramático siendo que él fue quizás el actor de acción más famoso del cine francés de los 90s. Verlo en este nuevo rol de cine dramático es algo completamente nuevo para . 

En Especiales, Vincent Cassel interpreta a Bruno Haroche, un judío parisino quien dirige una organización llamada el Silencio de los Justos la cual se especializa en el cuidado y atención para individuos con espectro autista severo. Bruno ha renunciado completamente a su vida personal, lo cual se nos retrata en múltiples escenas donde le es imposible tener una cita amorosa con una pasarela de mujeres que sus compañeros de trabajo y amigos le presentan, pues todas sus citas son interrumpidas por su trabajo social.  

Pero la película tiene varios hilos conductores además del de Bruno, simultáneamente nos cuenta la historia de Dylan un migrante africano que es novato en el cuidado de individuos autistas, y que no se siente apasionado con el empleo que tiene y lo hace con falta de interés. Por lo que todos los miembros de la organización lo subestiman constantemente. Lo que sobresale es su relación con un paciente llamado Valentine que vive en un hospital psiquiátrico y que vive permanentemente con un casco de seguridad para evitar que se golpee contra los pisos y paredes. 

También seguimos la historia de Joseph, un paciente veterano en la organización al que Bruno se esfuerza por colocar en el mundo laboral, pero Joseph tendrá que enfrentarse a varios retos como viajar solo en el tren subterráneo sin jalar la palanca de emergencia, llegar a tiempo al trabajo y evitar tener conductas no aceptables como olfatear a sus compañeras de trabajo. 

Simultáneamente a estas tres historias existe una amenaza para la organización Silencio de los Justos, el departamento de salud, no aprueba los métodos de la organización los cuales están fuera de la ley y una pareja de inspectores a lo largo de la película entrevistan a empleados y familiares de los pacientes para levantar un reporte que puede significar el posible cierre de la organización y la reubicación de los pacientes con sus familiares o incluso en manicomios o centros psiquiátricos. 




 

 

El clímax de la película sucede cuando Dylan está en un hotel al cuidado de Valentine y se encuentra en su punto de mayo compromiso con su trabajo de cuidador, pero por un momento descuida y deja solo a Valentine en el cuarto, momento que el muchacho aprovecha para arrojar un televisor por la ventana y escapar, provocando una búsqueda y persecución frenética de Dylan, Bruno y otro miembros de la organización  en las calles oscuras de Paris, hasta que encuentran Valentine deambulando en un eje vial donde por pura suerte los carros lo pasan de largo sin atropellarlo. Pero ningún carro frena para asistir al muchacho hasta que los miembros del Silencio de los Justos paran el tráfico y rescatan a Valentine.  

Bruno es arrestado una noche por el incidente, es entrevistado por los inspectores del departamento de salud que le anuncian su intención de cerrar la organización, a lo que Bruno les pide que lo hagan pero que lo hagan en serio, que tomen ellos a todos los 40 pacientes y se hagan cargo en verdad de ellos.  

Finalmente, la película concluye con el veredicto de la pareja de inspectores entregado línea a línea, con escenas del trabajo que hace la organización Silencio de los justos, una puesta en escena de danza moderna realizada por los pacientes con sus padres y familiares como espectadores.  Las actividades que realizan en la organización donde que cada miembro es acompañado uno a uno por un cuidador, los paseos que se les dan a visitar distintos lugares de la ciudad, al boliche, a patinar e incluso granjas con animales. En la última línea del reporte los inspectores concluyen que el gobierno no tiene por el momento un reemplazo formal para los servicios que da a la sociedad la organización el Silencio de los Justos y que por lo tanto recomiendan mantenerla abierta, aunque funcione "Fuera de la ley".  

Los créditos de la película son acompañados con imágenes de la vida real donde nos muestran al verdadero Bruno 





Me gustó mucho la película creo que es bastante informativa sobre lo que viven las familias de personas autista, sobre la vida personal de las personas que deciden dedicar sus vidas a dar atención a personas con capacidades especiales. A mí me hizo recordar cuando era niño en la década de los 80s y iba a comer pizza al restaurante Benedettis de Centro Coyoacán (que después se convirtió en la pizzería que tanta competencia le hizo a Dominós en los 90s). Recuerdo que ahí, era común encontrarse a un viejo barbón que parecía un Santa Claus, pero en situación de calle, que llegaba generalmente con un grupo de no menos de 10 muchachos de la calle a los que invitaba comer pizza. Los comensales que no estaban acostumbrados se alarmaban y preguntaban si era correcto a los meseros, que trataban de calmarlos diciéndoles: Es un sacerdote, el padre Chinchachoma que dedica su vida a rescatar los niños de la calle. 

Los comensales se calmaban, pero no dejaban de voltear a la mesa, cada vez que el padre con voz aguardientosa conversaba usando palabras altisonantes con los niños.  

Después supe que el padre usaba métodos muy excéntricos para conectar con los niños que se invitaba a sus casas de asistencia. Lo del lenguaje pelado era lo de menos, en ocasiones consumía alcohol, inhalaba thiner u otras drogas y dormía en la calle muchas noches para que los niños lo reconocieran como uno de ellos y aceptaran irse con él 

El padre Chinchachoma murió en 1999 y dejo más de 10 casas hogar para niños de la calle en México y algunos otros países de Latinoamérica. 

Quizás es hora que algún director de cine mexicano se interese en dejar de importar guiones de películas cómicas argentinas, hagan algo fuera de lo normal y nos llevara a la pantalla una historia similar a las que Olivier Nakache nos ha traído en películas como Intocables o en esta que les he comentado Especiales.