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viernes, abril 28, 2006
5 COSAS QUE SEGURO NO SABIAN!!!
5 Canciones de las que me se toda la letra:
1)La Senda del Tiempo (Celtas Cortos)
2)Wish you were here (Pink Floyd)
3)Dulce Condena (Los Rodrigues)
4)Rezo por Voz (Charly Garcia)
5)Bohemian Rapsody (Queen)
5 Lugares ideales para mi:
1) Mazunte por supuesto!! no por nada me llaman algunos: San m A m E de Mazunte
2)El jacalito (o el Bullpen si esta muy lleno)
3)Ciudad Universitaria me encanta innegablemente un sitio turistico desaprovechado de la ciudad de Mexico.
4)Palenque, la selva, las ruinas mayas, el panchan, las platicas con don Moi un viaje cosmico en verdad.
5)El unico de los cinco que no conozco pero que es mi sueño visitar es la isla de Pascua, sentarme en la hierba a escribir vigilado por los Moais es uno de mis mas grandes sueños.
5 mayores alegrias de mi vida:
1)Haber estado en un grupo de asistencia social en la primaria y la secundaria, donde yo enseñe a leer a algunos niños de escasos recursos y ellos me enseñaron el verdadero valor de las cosas, creo que yo aprendi mas.
2)La Final que tanto trabajo nos costo ganar en ese torneo de Futbol Americano de la preparatoria.
3)Jamas haber perdido un verdadero amigo, ni siquiera con la muerte
4)Amar y ser Amado
5)Trabajar para vivir y vivir para escribir
5 cosas que me gusta comer:
1)Comida China mi favorita yummie!!
2)La crema de elote
3)Sushi
4)Pozole
5)Tacos de Carnitas a la michoacana
5 cosas que no me veras usar:
1)Ropa de diseñador
2)Pantalones de cuadritos
3)Kimono
4)Sotana
5)camisas polo
5 juguetes favoritos
1)Pistas Tycho de carritos y trenes
2)Mi ninja Tornato
3)Tranformers
4)Risk (el que mas he seguido jugando)
5)Starcraft (un juego de video)
5 persona a quien decirle: ¡Las traes!
Lulumarina
Mechas
@x
Beco
Nubecita
martes, abril 25, 2006
ESCRIBO PARA PERTENECER
Creo que "Lider de opinión" seria un mejor calificativo para Poniatowska y como todos los lideres habra quienes la sigan y otros que no.
Ahora que lo que si es imperdonable es que se le critique sin conocer su obra como le sucedió a Manuel Espino, presidente del PAN que reveló su endemica pobreza intelectual y política, misma que abunda el la derecha católica mexicana de la cual el PAN en gran parte es heredero. Por este motivo les dejo aqui la autobiografía de la Poniatowska para todos los que les interese la vida de esta señora y que hoy defienden reconocidos escritores de todo el mundo de la talla de Saramago y Savater, para mas información ver este artículo.
Escribo para pertenecer. Mi familia, por el lado de mi madre, abuela, bisabuela tomaron siempre muchos trenes. Perdieron su hacienda durante la Revolución y vivieron en Biarritz, luego en París y finalmente su casa se llamó "Fairlight", en Inglaterra, "Fairlight" y no "Wuthering Heights," que me hubiera gustado más. Viajaban de Karlsbad a Lausanne, de Marienbad a Vichy, para "tomar las aguas". Bajaban en una estación, permanecían una semana, volvían a subir al tren. Veían empequeñecerse al guardagujas, su linterna volverse luciérnaga. A Mamy-Grand, quien fue una viuda joven, la llamaron la Madonna de los Sleepings por tomar tantos, tantísimos trenes, siempre vestida de negro, su garganta muy blanca y su escote iluminando la negrura de sus velos luctuosos y crepés de China. Más tarde en México habría yo de detenerme en la calle Venustiano Carranza frente a un aparador que vendía ajuares para el estado ideal de la mujer: la viudez. Jamás me probé un vestido de novia, pero de viuda sí. Ahora las viudas andan muy sin chiste, antes andaban como quiere Jaime Sabines: "Hay un modo de que me hagas completamente feliz amor mío, múerete."
Las compañeras de viaje de Elena Yturbe de Amor eran tres niñas enlistonadas, ensombreradas, olanudas, amponas, sus caritas perdidas entre borbollones de tira bordada: Biche, Lydia y Paula mi madre, y la nanny tras ellas en las fotos también cubierta de almidón y crespones. Mamy-Grand llevaba consigo su samovar (porque mi bisabuela Elena Idaroff fue rusa) así como sus sábanas de seda para ponerlas en las camas de hotel. No es que fuéramos gitanos, aunque hay algo de eso en nuestra sangre.
De la dulce Francia, la tierra de los jardines como pañuelos (lieu commun) y de verduras verde-tierno que caben en la palma de la mano (también los chícharos son perlas) vine a una llanura inmensa rodeada de volcanes que todavía hacen erupción y zopilotes que vuelan en espirales hasta que se clavan en el esqueleto de un pobre burrito; vine a una tierra de maíz duro y amarillo como grandes dientes que las mujeres muelen en una piedra para hacer tortillas.
No sólo el metate y el molcajete sino muchas cosas en México eran de piedra, la expresión en los rostros, las casas sin ventanas que parecían pequeñas pirámides vueltas sobre sí mismas. Mis ojos a punto de reventar intentaban alcanzar el horizonte. Los magueyes verde oscuro venían marchando a paso de ganso hacia nosotras como soldados alemanes. Era un país temible y esplendoroso, desde lo alto podía verse el valle atravesado por un trenecito, su humo de lápiz de colores, el único juguete dentro de la vastedad del paisaje. Supe que quería ser parte, meterme dentro del cuadro, pararme en lo alto de la montaña, "niña al borde del precipicio" y que así me pintara el José María Velasco del Siglo XX.
Un modo de pertenecer es oír, ver rostros y asumirlos, adentrarlos en uno mismo, mirar regazos, manos; frecuentaba la cocina caliente y olorosa a especies, cuando tostaban el chile, tosíamos, me encargaron vigilar el hervor de la leche siempre a punto de derramarse. Seguía a Felícitas a la azotea (las azoteas son el reino de las sirvientas) donde lavaba su pelo largo, largo, con chichicastle, una hierbita verde y espumosa, por años la acompañé al mercado. Me sentaba en las bancas de los parques a esperarla mientras besaba a su novio. ¡Ah cómo duraban esos besos! Me daban una enorme curiosidad su vida, el pueblo que dejaron para venir. Una de ellas, Epifania, tenía ataques de epilepsia que me aterrorizaban sobre todo porque no quería que nadie se enterara. "Si lo sabe la señora, me corre." Más tarde cuando leí a Dostoievski me encontré en terreno familiar y lo amé aún más.
Intuí a México a través de las criadas, ese sistema de explotación que aún perdura en los países de América Latina y consiste en que los ricos disponen de los más pobres, antes peones acasillados, pertenecientes a la hacienda, ahora criados porque muchos se criaron en la casa y no tuvieron más salida en la vida que la entrega a sus patrones. En Francia me acostumbraron a obedecer, a acabar todo lo que me ponen en el plato aunque me haga daño. Junto con las buenas maneras, bebí el sometimiento.
Ellas, en algún espacio dentro de su cuerpo, quizá en su cabello destrenzado, son extraordinariamente libres; se van en el momento en que quieren. Y al lado de la cotidianidad de ajos y cebollas tienen una vida misteriosa y mágica, que se desarrolla en un terreno inaccesible, arrogante, tan altanero como puede ser el de los cebados patrones. Cuando Cortés llegó a Tenochtitlán, extendida en canales sobre el agua en el valle más hermoso, el más inesperado, la feérica visión de Anáhuac, la región más transparente de Alfonso Reyes, los indios conocían las propiedades de las plantas mejor que cualquier occidental y se comunicaban con el más allá; había mucho de sobrenatural en su razón de ser. Hoy, en mi país no se necesita ser muy rico para tener a su servicio a otro ser humano que hace las veces de washing-machine, garbage-mixer, salad-mixer, drying-machine, vacuum-cleaner y bed-maker y aún contesta con voz humana y da las gracias cuando recibe su pequeño sueldo. De niña, su vida y sus milagros me interesaron prodigiosamente porque no guardaban las distancias formales ni las convenciones de los maîtres d'hotel y los chefs europeos. Al contrario, el descubrimiento de México lo hice a través de ellas y ni Bernal Díaz del Castillo tuvo mejores guías. Rodeada de Malinches pude internarme en un mundo desconocido: el de la pobreza y los paliativos a la pobreza; los tés y las pócimas contra los dolores del alma, las hierbas contra el aire constipado, el eucalipto que despeja los pulmones, el amargo te de toloache que dicen enloqueció a la Emperatriz Carlota quien intentaba salvarle la vida a Maximiliano, ese Maximiliano que mi madre ama porque no solo dijo: "Soldados, apunten al corazón" sino que miró el cielo azul fuerte de Querétaro y añadió que le parecía bien morir en un día tan bello.
Si mi familia iba todos los I9 de julio a una misa a la Profesa para Maxililiano, sin saberlo las sirvientas me dieron una versión de Benito Juárez; todas eran Benito Juárez. Como él, se reinvindicaban: "Cochinas extranjeras". Como él, defendían a México, y eran más tercas que una mula, como él eran unas arrimadas y habían comido todo lo más pobre y para mí, niña de puré de papa a la francesa, descubrirlas fue adentrarme en "el otro." Siempre he querido perderme en los otros, ser de los otros, igual a los otros. Siempre son los demás quienes tienen la razón, los otros quienes tienen la llave del enigma. Mi capacidad para entrar en la vida de los demás, desde entonces, ha sido ilimitada, al grado de que no sabía ya recogerme, acinturarme, mucho menos definirme. A la fecha, si pregunto tanto es porque no tengo una sola respuesta. Creo que moriré así al acecho, un signo de interrogación bajo los párpados.
Porque las criadas cantaban, quise ser igual a ellas. Valientes, cantaban a la hora del quehacer, cantaban al ir al mandado, venían de la feria de las flores al regresar con el pan, mientras lavaban la ropa se les aparecía la rosa huraña. Ariscas quería yo domarlas, quitarles las orejeras, montarlas, que me quisieran, penetrar en su misterio que nada tenía que ver con el de mi madre, mi abuela, mi tatarabuela. "Ay, ay, ay, ay, canta y no llores, porque cantando se alegran, cielito lindo, los corazones."
Por sus canciones llegué a la idea de que el amor era un duelo, una danza apache, una pelea de box a dieciocho rounds, los hombres iban a la cantina a tomarse la última copa, las mujeres eran perversas, hipócritas, cabareteras, tenían cara de serpiente y había que darles muchos tiros para acabar con ellas. Recuerdo una muy especialmente.
Vende caro tu amor aventurera.
Dale el precio del dolor
a tu pasado
Y aquel que de tus labios
la miel quiera
que pague con brillantes
tu pecado.
Más tarde habría de oír la canción gringa: "Diamonds are a girl's best friend," y la otra "Hey daddy, I want a diamond ring" pero nunca, nunca, se me ha antojado un diamante ni un abrigo de pieles porque ése sí lo tuve, era de mi abuelita que a su vez lo heredó de su madre la rusa Elena Idaroff. Color zanahoria y muy voluminoso, me envolvía retequete bien. Una vez, en la inauguración del Ferrocarril Chihuahua-Pacífico, en los sesenta, los periodistas bajamos a una explanada en la sierra en la que se le darían al presidente López Mateos los bastones de la mayordomía de los tarahumaras. Héctor García, el fotógrafo, me advirtió: "Ay Elena, mejor deje ese abrigo en el autobús, no vayan a darle un escopetazo". Todavía había osos en aquella sierra.
Las canciones de adolescencia fueron una de tantas pautas de mi crecimiento. Jesusa, la de Hasta no Verte Jesús mío decía que la palabra adolescencia viene de dolencia y que las historias de amor eran puras figuretas, desfiguros, figuraciones. Que no había que creerse de los hombres.
"Señora, ¿me da permiso de salir tantito a la calle?" Como ellas, salí corriendo a la calle, sobre todo después de dos años de convento de monjas en un pueblito de Filadelfia, Torresdale en que no había más posibilidad que la del estudio, puesto que los únicos dos edificios vecinos eran una cárcel y un asilo para locos (aunque una niña se las arregló para fugarse con un convicto). En México, me entregué al aprendizaje de la taquigrafía Gregg (que no la Pittman que es la buena) y a la mecanografía en una academia en los altos del Cinelandia que exhibía sólo películas del Ratón Miguelito. Después de verlas, salía yo a recorrer San Juan de Letrán plenamente identificada con él, (con el ratón y con San Juan).
En ese año de 1954 alterné los grafitti en los muros con los signos de taquigrafía y los dibujos que hacían en el aire los sordomudos que se reunían en las bancas de la Alameda y se comunicaban, sus manos como pájaros recortando figuras, tijereteando con sus dedos el espacio entre ellos. Dice Octavio Paz que la felicidad es una sillita para sentarse al sol y la Alameda siempre fue un surtidor de felicidad. Atravesarla, la bolsa al hombro, bajo los árboles añosos, pasar frente a la casa de los Azulejos y remontar la Avenida Juárez para subir al antiguo edificio de Relaciones Exteriores a tomar clases de Derecho Internacional y a enterarme de quién era Vitoria. Era una caminata estimulante. La gente; los globeros, los papeleros, los boleritos, el cilindrero, los acomodadores de automóviles: "Quebrándose, quebrándose, tantito a la derecha, tantito a la izquierda, quebrándose, quebrándose" unos golpecitos en el ala del coche que avisa los movimientos hasta "jefe, jefe, ya le dió usted un llegón al Ford, ya madreó al Ford" y la reacción del dueño:" Pues ahora no te doy nada, por pendejo." Me estallaba la vitalidad-felicidad por todos los poros y no sabía yo sino pasearla por la Alameda, San Juan de Letrán, Madero y Gante.
Ahora, que vuelvo a caminar, pienso al recorrer las calles: ¡cuánto de mí en estos rostros que no me conocen y que no conozco, cuánto de mí en el Metro, en los escalones que van acumulándose hasta emerger en la gran boca blanca de la luz, cuánto de mí en los últimos pasos fatigados de subir, cuánto de mí en la lluvia que encharca el pavimento, cuánto de mí en el olor a lana mojada, cuánto de mí en el óxido de las láminas, cuánto de mi en los camiones Colonia del Valle-Coyoacán que van a estrellarse y a formar parte del cosmos, en los grafitti de los muros, en el pavimento, en la tierra mil veces pisada. Cuánto de mí en esas bancas desgastadas, su pintura descarapelada, cuánto en la tlapalería, en la miscelánea, cuánto en todas esas inyecciones de testoterona, en esas repisas de farmacias polvosas, en esas jeringas que antes se hervían y contagiaban hepatitis, cuánto de mí en los letreros que colgaban a lo largo de San Juan de Letrán: "Se atienden toda clase de enfermedades venéreas", cuánto en los puestos de periódico, en la fuente de las ranitas, en los cajones de los boleritos, en los árboles trespeleques, un palito nomás subiendo al cielo, en el señor de los toques, en las arrugas de los viejos, en las piernas de los jóvenes.
De la calle fui al periodismo y gracias al periodismo preguntando, preguntando tuve la suerte de conocer a Tamayo, a Henry Moore, a Octavio Paz, a Borges, a Rulfo, a Miguel León Portilla, a García Márquez, a Leonora Carrington, a Rosario Castellanos, a Dolores del Río, a Cortázar, a André Malraux, a Nadine Gordimer, a Susan Sontag, a Carlos Fuentes y nunca nadie tuvo mejores maestros. Durante el primer año, hice trescientas sesenta y cinco entrevistas. Aún recuerdo la alegría en los ojos de Octavio Paz.
Carlos Fuentes me advirtíó: "Tu, pony, tienes vocación al fracaso". Fui discípula de Fernando Benítez, de Gastón García Cantú, de Jaime García Terrés, de Edmundo Valadés, de Carlos Monsiváis, de José Emilio Pacheco, de Vicente Rojo, los hacedores de grandes suplementos literarios. También a ellos los entrevisté y a muchos más hasta llegar a mis contemporáneos y a los más jóvenes.
A raíz de la huelga ferrocarrilera de 1958, muchos trabajadores fueron encarcelados y entré en un mundo al que pude acceder gracias al periodismo: la cárcel, los opositores políticos; no otra cosa fueron Filomeno Mata, Demetrio Vallejo, Valentín Campa y los ferrocarrileros encarcelados cuya vida descubrí tras los barrotes. De no estar presos, probablemente nunca se habrían tomado la molestia de contarme su vida y su lucha. También descubrí otro mundo, el de los homosexuales. Invitada por uno de ellos, quien escribió una obra de teatro: "El Licenciado No te apures," tuve el privilegio de acompañar a Luis Buñuel a visitar la crujía de los homosexuales. Dormían en un galerón que servía de dormitorio común y sobre cada una de las camas habían puesto una imagen de la Virgen de Guadalupe y una fotografía de ellos vestidos de mujer. El mayor, o sea el encargado de la crujía, se llamaba Ramón y le decían la Mayora o la Ramona. Les permitían vestirse de mujer y maquillarse pero ese día, como iban a tener visita, los obligaron a usar el uniforme penitenciario y a uno que no quería despintarse, le tallaron la cara con un ladrillo y la tenía toda ensangrentada. Buñuel se acercó a los barrotes y le dijo: "Hay que obedecer, hombre hay que obedecer para que no lo lastimen a usted". Repartió todos sus cigarros, preguntó por la calidad de la comida (en la cárcel como había españoles, se hacía muy buen pan.) En ese tiempo también encarcelado, a Ramón Mercader o Jacques Mornard, el asesino de Trotsky, los presos le llevaban a componer sus radios a su celda atiborrada de alambres y de fierros. Le tuve mucho horror. Buñuel quiso que comiéramos con los presos de la crujía J, la de los jotos, y como dentro de mi caldo con arroz y verduras encontré un hueso de respetables dimensiones, un preso lo tomó entre sus manos, lo talló y a las dos horas, me entregó una preciosa Virgencita de Guadalupe. Nunca pensé que diez años más tarde, en 1968, en ese mismo negro Palacio de Lecumberri visitaría a los estudiantes presos por el Movimiento Estudiantil que terminó el 2 de Octubre con la masacre en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco.
A partir de 1958, les pedí a los militantes, a Dionisio Encinas, a Alberto Lumbreras, a Demetrio Vallejo que me contaran su vida. Para ellos la cárcel era algo inherente a su vida. Estaban acostumbrados al sufrimiento, a que las cosas no les salieran bien, al hambre, a la expulsión, a la huelga...creo que hasta a la muerte. Eran luchadores. Sonreían, reían con facilidad. Algunos decían que comían mejor en la cárcel que afuera. Tocaban guitarra en el corredor al solecito, contaban chistes. Los líderes mal cubiertos y peor comidos habían ido a Moscú a ver a su padrecito Stalin aunque sólo lo vieran lejísimos en alguna manifestación. Por esa visión momentánea, padecían frío, hambre, incomunicación porque los camaradas allá no hablaban español. En México, Marx no estaba traducido y uno de los fundadores del PCM, Allen fue norteamericano. (Mi madre no quería nada a Stalin ni a los rusos; decía que Stalin había llevado a su mujer al suicidio, que tenía cara de zorra y que desconfiar de los pelirrojos es una medida de seguridad.) Estos dirigentes mexicanos pedían incluso que los enterraran en su madre patria: Rusia. Eso fue lo que gritó Carrillo en el entierro de Julio Antonio Mella, el líder cubano. Los vislumbraba consumiéndose en su cajón de muertos sin una sola llorona mexicana. Fue mi primer contacto con una posibilidad de heroísmo y escuchaba incrédula sus relatos que recordaban a mis antecesores polacos que se aventaron, lanzas en mano, a galope tendido contra los tanques como lo relata Isaac Babel.
El periodismo atrapa. "Cuando esta víbora pica, no hay remedio en la botica" decía un machete que tenía Guillermo Haro. Le llena uno la cabeza, una trepidación interior lo pone a uno a sudar tinta. La publicación al día siguiente justifica el "ahí se va", la mediocridad. Uno sabe que un artículo no es todo lo bueno que debería ser, pero vienen las felicitaciones, el reconocimiento. A los mexicanos les gusta mucho aparecer en los periódicos, el periodista es el vehículo. Vive uno entre teclazos, invitaciones a viajes, a cenas, a ceremonias oficiales, maquinazos, solicitudes, sonrisas, aplausos, connatos de poder, y entre críticas también, cartas de insultos. La primera llegó a Excélsior; en ella me decían que era una degenerada porque los Amor eran hijos de dos hermanos. En un baile de disfraces habían hecho el amor y al quitarse el antifáz exclamaron: "Ay hermana, ay hermano." El Papa los había recibido y el apellido Amor los absolvía. Por eso la tía Pita y yo estabamos como cafeteras. Corrí a ver a la tía Carito y me dio una explicación ponderada. De Inglaterra había llegado el hermano más joven de Dolores Escandon casada con Ignacio Amor y ella que no había tenido hijos súbitamente se embarazó. Entonces las malas lenguas... Una efervescencia bullía dentro de mí día y noche no sólo por esa sangre demasiado cercana a la raza (que hace que a los perros finos les den ataques) sino porque así como la tía Pita era la reina de la noche, yo quería tragarme al día, los amaneceres y los crepúsculos, México con todos sus minutos de granada sín espoleta. Caminé siempre con dos granadas en la mano, corrí a manifestaciones y marchas, dormí hasta muy noche mirando el techo inútílmente blanco, tomé muchísimos tacos, pregunté por el precio de los jitomates para acusar a los comerciantes, recogí perros callejeros, gatos sin dueño, nunca dejé de subirme a los caballitos, miré en febrero a los papalotes cruzar el cielo de los barrios más poblados, bebí muchas aguas de colores, recé colores, azul, cúbreme por entera, morado, no pintes mis ojeras, rehilete de feria, pasé de la Primera Comunión al "Sal al balcón, hocicón" y "El pueblo unido, jamás será vencido."
En 1963 tuve, creo, el encuentro fundamental de mi vida, con Jesusa Palancares cuyo nombre real era Josefina Bórquez. Lo digo con reverencia, pienso en ella con reverencia. La amo. Le hablo dentro de mi corazón. Dentro de mi cabeza. La aman mis pechos; por ella también amo ser mujer, yo que a los quince años quería ser hombre. Jesusa me costó trabajo al principio. La fui ganando poco a poco. Empezó a contarme su vida de andariega en la revolución. La interrogué setenta y siete mil veces. Se irritaba conmigo. No entendía cómo alguien con escuela pudiera ser tan ignorante, y tan lento de "entendederas". Tenía razón. Me fue guiando. No le gustó el manuscrito final de la novela, me pidió que no le estorbara con esa chingadera y sobre todo que no fuera a ponerle su nombre. Como no tengo formación antropológica o sociológica no supe darle a mi trabajo una metodología, a pesar de haber trabajado durante un mes y medio con Oscar Lewis. Pero Oscar Lewis quería que lo acompañara a sus clases de ópera; tenía una muy buena voz de baritono y cantaba con gran entusiasmo. También se enfermaba, de gripa, del estómago, de migraña. Era bien hipocondriaco. Cuando iba a la Casa Grande en la esquina de Panaderos gritaban: "Allí viene el gringo de la grabadora." Entre tanto, Pedro Martínez, el de Tepoztlán nos esperaba. Hubiera querido escribir una introducción a "Hasta no verte Jesús mío" o que me la escribiera Alberto Beltrán junto con algún boceto de la cara de Jesusa-Jose pero Vicente Rojo prefirio dejarlo sin explicación, como prefirió dejar Querido Diego, te abraza Quiela sin los retratos reales de Angelina Beloff. Cuando Cynthia Steele quiso ver los múltiples manuscritos anteriores a la novela, regresé también a esos primeros días del amor por Jesusa-Jose. Siempre nos hablamos de usted. Entre nosotros se dió un código que jamás rompimos. Nunca pronuncié la palabra menstruación por ejemplo, porque pertenezco a la generación de mujeres que dicen:"me tumbó el burrito" o en francés: "je suis indisposée." Nunca nos referimos directamente al acto amoroso, porque las palabras coito, orgasmo, vagina, pene, vulva, no estaban en nuestro vocabulario. Nunca nos forzamos la una a la otra a nada. Jesusa influyó grandemente en mi vida porque si ella nunca le ha pedido nada a nadie, nunca he podido acercarme a los poderosos. Instintivamente guardo distancia ante el príncipe sea el de Machiavelo o el de la canción. Si ella se ha exigido mucho a sí misma, me enseñó a seguirla en el camino. Estamos aquí para servir. Estamos aquí sobre la tierra enviados por Dios y si somos malos regresaremos una y otra vez bajo distintas envolturas a purgar nuestras culpas. Jesusa decía que antes debió ser un hombre muy malo, muy borracho, muy mujeriego para sufrir como sufrió en esta última reencarnación. Yo sí quisiera regresar a la tierra porque amo la vida, quisiera poder mirar aunque fuera de lejos a los nietos de mis nietos y a los nietos de toda la gente, ver los árboles, sobre todo los pirules y los sabinos, el zócalo "donde cabe la más grande tempestad," el balcón presidencial, el mar en la costa de Oaxaca, las tortugas de Toledo, sus chapulines, el conejo que ríe, la zorra que se burla de todos nosotros. Quisiera regresar a comerme un totopo, quisiera regresar de la mano de Jesusa, jóvenes y fuertes las dos, capaces de agarrar por toda la vía. Quisiera verla fumar un Farito despacio, despacito, sosteniéndolo entre el pulgar y el índice, quisiera ofrecerle un tequila reposado, una agua serenada, un limón verde, un mole negro de Oaxaca. Ibamos a ir juntas a Salina Cruz, a Ixtepec, a Juchitán de las Mujeres pero no puse el suficiente empeño. Siento que no le hice justicia con "Hasta no verte Jesús mío", la obedecí al pie de la letra, fiel hasta la exacerbación, pendiente de cada uno de sus gestos como un enamorado. Las imágenes que tengo de ellas son lacerantes, me punzan. A partir de ella me hice muchas preguntas. Tuve la sensación de estarle robando sus palabras, y a cambio del tesoro que sin saber ponía ella entre mis manos, no poder dar su esencia. Nadie me ha dado en la tierra lo que Jesusa me brindó. Y yo sólo le quité. La literatura testimonial así es, lo llena a uno de zozobras, de inseguridades. Maneja uno materiales muy frágiles, el corazón de la gente, su nombre que es su honor, sus trabajos y sus horas. E intenta convertirlo en materia memorable.
Nunca intuí que Jesusa se volvería un personaje literario, ni preví que La Noche de Tlatelolco sería tan leída. Los libros se echan a andar solos y corren su suerte. Es ese el sortilegio de la literatura.
A través de Jesusa también amé otras mujeres, a otras Jesusas, Lilianas, Tinas, Silvias, Olgas, Alicias, Evangelinas Coronas, Victorias Munive, Neus, Celias, Rosarios, Eugenias, Rosa Marías, Raudas, y siempre he tenido junto a mi cabeza a Simone Weil aunque le repito: "Come, toma agua, aquí te paso el pan, come Simone, Simone, come, no seas tan dura, no te dejes morir." Leonora Carrington me hace muchísima ilusión. Pensar en una cita con ella, es prepararme a un encuentro en la vía láctea.
Las mujeres de mi familia compartimos una peculiaridad, la ausencia que otros llamarán inconsciencia. Nunca estamos verdaderamente allí. Biche ya grande, tenía un novio médico que daba explicaciones tediosísimas y Biche alegaba: "No lo oigo. Pienso en otra cosa". Mi madre siempre ha pensado en otra cosa. Volver a la realidad para mi madre ha de ser como meterse a sí misma en una máquina trituradora, un molino de café. Pienso que mi madre sólo pudo aceptar su sufrimiento y la muerte de su único hijo por su capacidad de evasión y sobre todo por su fe. Mi hermano estaba mejor en el cielo, quien sabe cómo le habría ido a Jan de seguir en la tierra. Envuelta en chalinas, etérea, su cuello largo y su mirada inasible, mi madre, la más bella de todas las mujeres es la que más me enamora porque nunca he podido abarcarla. Ahora cuando quiere entregárseme la devuelvo a su nicho. No, no, no lo hagas. La cortina se levanta con el viento y yo me tapo los ojos.
Siempre he respondido al reto, siempre he ido hacia la personalidad autoritaria, desde niña me marcó la competencia entre los pupitres gastados, la tinta morada de la escuela de gobierno en el sur de Francia, acepté sin chistar las atmósferas represivas, a pesar que dentro de mí sentía que había algo subversivo que tenía que dejar salir, una alegría al amanecer como si un sol fuera a brotarme por la boca. Pero ¿cuando? ¿cómo? Guillermo Haro era la autoridad más grande, un hombre que sabía hacerse obedecer, el de la entrega absoluta. Era también extraordinariamente certero en sus juicios, un crítico implacable. Envuelto en el aura lunar de la astrofísica, Guillermo fue el estrellero, Copérnico, Kepler, el misterio del mundo, el origen del universo, el de la vida, el que me explicaría de qué se trata, me diría a que venimos y a dónde vamos, nuestra razón de ser, la mía y la de Mane y me precipité en sus brazos como una pobre cosa más confusa que las órbitas en las que había girado, para que él tomara mi vida entre sus manos y la estrellara si se le daba la gana, la tirara desde lo alto de su telescopio, la prensara en sus placas fotográficas, la convirtiera en un puntito, una cagarruta de mosca en el cosmos, pero que Mane y yo pasáramos a ser parte de su universo. Que per-te-ne-cie-ra-mos. Otra vez pertenecer. En la formación de Mane, Guillermo tuvo una influencia definitiva. En París obtuvo Mane su doctorado de Estado con mención honorífica en física. Tuve otros dos hijos, y viví en el silencio ensordecedor de la autocensura. Siempre he ido tras de los personajes apocalípticos. Siempre he creído que si uno levanta la vista al cielo, las soluciones caen como lluvia de estrellas. En alguna ocasión a Leonora Carrington le preguntaron qué la había hecho decidirse a vivir en Nueva York. Guardó silencio un rato, luego abrió muy grandes los ojos y respondió:
--Creo que nunca he tomado una decisión en mi vida.
Al igual que a ella, las cosas simplemente me han sucedido. Vivo al ritmo de mi país y no puedo permanecer al margen. Quiero estar, quiero ser parte, quiero presenciar, quiero caminar codo a codo con él, quiero oírlo cada vez más, acunarlo, llevarlo como medalla troquelado en mi pecho. El activismo es un elemento constante en mi semana de colores aunque después deploré el no escribir "lo mío" y me angustie. La literatura de testimonio, la que evidencia hechos que necesariamente quisieran ocultarse, es parte de un país donde todo está por hacerse y tiene que documentarse. Un país, México, en cuyo proyecto colectivo estamos involucrados. Un país, México, al que he escogido voluntariamente. Una marcha con grandes mantas de peticiones me sacude siempre. Acostumbrada a ver campesinos tragados por la inmensidad del paisaje, resulta tremendo toparse con ellos de pronto a la vuelta de una esquina y oírlos de pronto manifestarse, decir este país es mío, el zócalo es de los trabajadores, no del gobierno; México insospechado, México que mira de soslayo cobra de golpe y porrazo otra dimensión.
Siguiendo el ejemplo de Revueltas, siempre quiero purgar culpas. Monsi se burla: "Y eso ¿de que sirve?." Soy propensa a la veneración. Monsi, nada. El bien siempre está fuera de mí misma, lo busco, lo anhelo, mis pensamientos corren hacia él en un movimiento de deseo, de esperanza. Monsi jamás ha sido impresionista. Analiza y saca conclusiones. Maneja ideas. Forma opinión. Lo citan. "Como dice Monsiváis..." Manejo materiales más endebles y menos memorables que las ideas: los sentimientos. Sin embargo, nos complementamos y alguna vez escribiremos un libro, juntos. Afortunadamente tenemos aún donde publicar, aunque el porcentaje de analfabetismo en nuestro país sea tan grande, escasas las librerías, altísimo para nosotros el costo de los libros y contemos con más o menos dos mil autores (habría que consultar a Gabriel Zaid) que escriben para un público de tres millones y pico. A propósito de Gabriel Zaid, su voz por teléfono es siempre ecuánime, orientadora. Jala las riendas cuando pretendo desbocarme: "No Elena, tengo entendido..." y me hace entender sus reflexiones.
A pesar de esas voces, todas las mañanas de México me levanto a la vida sin saber qué es. También a la literatura. Tampoco logro descifrar la incógnita de mi país, ni la de mis dos últimos hijos ni la de todos los hijos de toda la gente. Siempre he tenido preguntas, y no me sé, a la fecha, una sola respuesta. No las tengo. Las busco en los demás. En sus palabras, en sus actos, en la expresión de su rostro. A veces en una reunión, unos ojos encuentran los míos; es sólo un parpadeo. Amé mucho la mirada de lado, verde y amarilla, de lorito que me echaba mi padre. Mi padre era mi hijo como hoy mi hijo Mane es mi padre. Nunca supo pedir nada a nadie. Su heroísmo en México fue secreto. Nunca formó parte de coro alguno. Había que adivinarlo. Cuando mejor se expresaba era a través del piano pero a los setenta dejó de creer hasta en las notas. Cuando murió supe que estaba dentro de mí, que yo sería él, como soy mis muertos: Jesusa, papá, Jan, Guillermo, Selima Hunt quien ya no pudo más y se quitó la vida, la tonta de Alaide que se fue a morir por tonta, la architonta de Rosario. No quisiera morir sola en un cuarto de hotel y que hurgaran en mis papeles para saber quién soy. Por eso siento tanta desolación por Truman Capote, por Tennesee Williams, por Jean Genet. ¡Qué feo los encuentran, caray! ¿Qué harán Felipe y Paula? ¿Qué serán? ¿Qué hacer con esta pelota de incertidumbres que rebota en los muros de la cabeza?
Siempre me han jalado personajes como Jesusa Palancares o Josefina Bórquez, María Sabina, Juan Pérez Jolote, Demetrio Vallejo y otros mexicanos, por su sabiduría y la forma en que la imparten, con mucha paciencia, mucha prudencia, con respeto por la ignorancia del interlocutor. De que los mexicanos más pobres no merecen a su clase dirigente, es una verdad que salta a la vista. De que por cada demagogo, de que por cada orador, hay un mexicano totalmente insospechado e imprevisible lo vemos en Víctor de la Cruz, en Francisco Toledo, en María Luisa Erreguerena autora de "El día en que Dios se metió a mi cama." en Silvia Castillejos que abre la panza de una gata con un zipper.
María Sabina quien murió hace algunos años atrajo a su humilde choza en Huautla de Jiménez, Oaxaca a sabios como Gordon Wasson y Roger Heim quienes gracias a la ceremonia de los hongos alucinantes cultivaron varias especies haciendo un nuevo descubrimiento para la ciencia al entregarle nuestra materia prima al doctor Albert Hofmann, en Suiza y Hofmann es nada menos que el descubridor del LSD. En la ceremonia con María Sabina, los hongos amargos se ingieren con chocolate, el hongo macho y el hongo mujer "la parejita", "los niños santos," "las personitas" como ella los llama, dan conocimiento y la hacen entonar cantos chamánicos que mucho tienen que ver con aquello que las mujeres sentimos que tenemos dentro cuando somos jóvenes y nadie, ni la sociedad ni el hombre nos ha mediatizado; esa fuerza explosiva con la que amanecía yo y salía a pisar el día antes de que las formas aprisionaran mi ímpetu, no, no, no, no, no hagas, no digas, no, no es lógico, no es normal, qué dirán, antes de que pudiera mecerme con María Sabina y repetir tras de ella: "Soy la mujer libro que está debajo del agua" y canturrear una y otra vez:
Porque soy el agua que mira,
Porque soy la mujer sabia en medicina,
Porque soy la mujer yerbera
Porque soy la mujer de la brisa.
Porque soy la mujer del rocío...
Vengo con mis trece chuparrosas.
Soy mujer que mira hacia adentro,
soy mujer que mira hacia adentro,
soy mujer que mira hacia adentro
soy mujer de luz,
soy mujer de luz,
soy mujer día
soy mujer que truena
soy mujer Cristo
soy mujer Jesucristo
soy mujer estrella grande
soy mujer estrella cruz,
soy mujer luna.
EL PODCAST DE PEPE
Otro podcast mas para mi lista y la de ustedes, es el de Pepe, mejor conocido en otros círculos como el Sub, que además de ser un joven escritor (18 años creo) que alucina con changos verdes y no se que otras tantas cosas, es el saxofonista estrella de "la Minoria", banda de fusión latina que con su musica reggae, ska, jazz, etc, se ha convertido en uno de los nuevos valores del entorno musical mexicano.
En el podcast de Pepe podran encontrar, variedad de conceptos, politica, musica y sociedad todo en el mismo sitio, los invito a escucharlo en el índice a su izquierda o para escuchar el ultimo tan solo clickeen en la imagen del gober precioso.
viernes, abril 21, 2006
Solitón
--¿Un nudo dice, como el que se haría con una cuerda, Dr Gordon?
-- Si, algo similar, solo que este es casi imposible de deshacer, si lo lograramos el conocimiento que nos brindaría seria ilimitado, aunque los efectos tambien podrían ser inesperados, tal vez el desmadejamiento total del tiempo y el espacio o incluso hasta el colapso total del Universo pero asumiremos el riesgo en nombre de la ciencia.
--¿Entonces como podremos desamarrarlo, Doctor?
--De un solo tajo obviamente, como hizo Alejandro --dijo con una extraña sonrisa el doctor Gordon, cada vez mas convencido de convertirse en hombre-dios, pero olvidaba que era el dia de su cumpleaños numero 33.
Viernes del Dr Neon
Por fin se suspendio la espera que provoco la semana santa y finalmente tenemos un nuevo podcast del Dr Neon, para escucharlo tan solo clickeen en la imagen.
miércoles, abril 19, 2006
¿UN DIA SIN MEXICANOS?
Hola a todos:
>
>
>el 1º de mayo en EE.UU. se les va a hacer realidad la película un
>día sin
>mexicanos, esto quiere decir que ningún migrante trabajará ese día
>en EE.UU. y
>han solicitado a sus connacionales (o sea nosotros) que no compremos
>nada
>estadounidense ese día. Esto con el objetivo de que se les reconozca
>su derecho
>al trabajo, a la educación de sus hijos y a servicios médicos en ese
>país.
>Lo que solicitan es que el 1 de mayo no se compre nada gringo en el
>país ni se
>consuma nada en franquicias americanas, esto quiere decir: No dunkin
>donuts, Mc
>Donalds , Burguer King, Starbucks , Sears, Crispy cream , Walmart,
>seven-eleven
>y otras...de la interminable lista de empresas americanas en México
>
>Sé que es un esfuerzo para todos pero es lo menos que podemos hacer
>por esa
>gente que prácticamente está manteniendo a nuestro país con las
>remesas.
>Espero puedan hacer este pequeño esfuerzo de un día (1 de mayo).
>Ahora si piches
>gringos van a saber de lo que estamos hechos 100% mexicanos
martes, abril 18, 2006
"eL vEnAdO Y eL cOLIbRI", 8va parte
No todos los días uno escucha una voz poderosa que amenaza con devorarnos, es por esta que razón que Huitzol alarmado voló hasta tener de frente a la gran boca -¡¿Devorarnos?!. ¡Nos confundes, Oh gran señor! -dijo el colibrí-. Ignoramos quien sea vuestro hermano, pues nos encontramos tan solo en la búsqueda de el Gran valle y creímos por un segundo que este gran montículo de arena que ahora proteges, era una de la las legendarias montaña que encierran al lugar, donde se encuentra la casa de las aguas.
La enorme boca se estremeció nuevamente, dejando caer partículas de arena.
–Yo soy el hacedor de montañas –dijo-. Construí en otro tiempo, la casa de las aguas a petición de mi madre la tierra, como regalo de compromiso para mi hermana la lluvia. Lejos se encuentran de su destino –continuó-. Mas me conforta el saber que no son aliados del viento, terrible destructor de la tierra que junto a su hijo Huracán, aplanan la tierra buscando que nada ni nadie pueda detener su paso.
-¡En verdad lo que cuentas es terrible, Gran hacedor de montañas!. –dijo Amatl y continuo-. Nosotros mismos hemos sufrido los estragos del viento, pues venimos de el Gran bosque viejo, donde la ausencia de la lluvia hace morir a nuestros padres y hermanos. Por eso buscamos las montañas, pues llegar a el Gran valle es nuestra ultima esperanza.
-Quisiera guiarlos yo mismo –dijo agitándose el gran montículo de arena.- Pero mi labor es hacer montañas y temo que si faltara a esta obligación, el ímpetu destructivo de el viento, causaría peores estragos al Gran bosque. Pues permitiría que el viento y su hijo circularan libremente por el gran desierto de arena blanca.
-¡Nada en el mundo quisiéramos mas que tu poderosa compañía! –dijo Huitzol.- Pero agradeceríamos, nos indicaras como llegar a las grandes montañas y finalmente al valle donde se encuentra la casa de las aguas.
-Difícil es en verdad la meta que desean alcanzar –dijo el Hacedor de Montañas-. Pero alcanzo a ver un fuego que los impulsa a continuar y nada de lo que yo les cuente los hará desistir. Seguid el camino del sol, que diario desaparece en el poniente, en el transcurso de tres días divisaran las montañas de el Gran Valle. Muy altas e imponentes son estas montañas, por lo que les será difícil atravesarlas. Están hechas de piedra sólida, la cual moldee con una llama de fuego imperecedero que aun subsiste ahí en el valle, pero mala fue la hora en que cedí al ruego de mi hermana la Lluvia y construí una entrada para que el viento pudiera visitarla, pues cuando el viento descubrió las propiedades de aquella poderosa flama, la utilizo para devastar la tierra y crear este Gran desierto de arena blanca.
Los dos hijos de Xacara sintieron una honda tristeza al escuchar la historia que la gran boca les narraba y puesto que habían caminado sin parar durante demasiado tiempo decidieron, decidieron esperar que llegara la noche, al abrigo de la sombra de aquella montaña de arena blanca.
CONTINUA EN ---->>>>
"EL ECONOPOLITHEOISMO" de m A m E
Quien sabe, solo se que en la noche del viernes estuve delirando algo asi como que fundaba una religión mezclada con una nueva teoria politica, economica y epistemologica, filosofia que se volvia tan grande que todo mundo citaba mi libro sin siquiera haberlo leido, imaginan asi de grande??
La cosa es que la indisposicion va a limitar un poco mis publicaciones de esta semana pero les dejo una parte mas de "el venado y el colibri" para todos aquellos que han estado siguiendo la historia.
jueves, abril 13, 2006
COMO HACER QUE UN CHORRO DE PERVERTIDOS VISITEN TU BLOG
Las 3 cosas más inútiles
--No lo sé –dijo David, dando pie a que continuara con el chiste.
--Como todos sabemos la primera es el pito del Papa.
--De acuerdo, jejeje –dijo David mientras se acercaba a unos arbustos dando la espalda a su amigo.
--La segunda es el cerebro del presidente.
--Ok ¿y cual es la tercera? –cuestiono David mientras liberaba la presión de su esfínter y daba libertad a la orina que se desparramaba sobre las raíces de aquellos arbolitos.
--Pues la tercera es...
¡Piriiiiiiiii! ¡Priiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! – se escuchó un silbato a lo lejos --¡Hey, chavos! ¿Qué hacen? –un grito a la distancia.
David y Ramón pudieron ver a tres policías que se acercaban a paso veloz empujando sus prominentes barrigas lo más rápido posible, para colocarse finalmente donde ellos se encontraban.
--Joven acaba de cometer una infracción del tipo civil, en este parque no se puede orinar –dijo el oficial más regordete.
--Pues usted no podrá oficial, pero mire yo hasta surcos hago –dijo David de forma socarrona.
--Muy chistoso, joven –dijo de nuevo el oficial que parecía ser el líder-- pero acaba de cometer un delito.
--¡Discúlpeme oficial pero es que ya me andaba –volvió a contestar David de manera no muy formal.
--Pues lo siento joven, la ley es la ley
--Se hubiera fijado que no pasara nadie joven ¿Pues que no nos vio? –cuestiono otro de los azules, el que parecía ser el mas joven de todos, ostentaba una incipiente barriga además de lucir un mostacho de color dorado de esos que nunca han sido rasurados que le daba una apariencia como de ratón Crispín que a Ramón le pareció bastante graciosa.
--Además, ¿Qué no vio la capilla enfrente, no tiene respeto por la virgen? –interpeló ahora el tercer policía que por el cabello cano debía ser el mas viejo.
--Si, oficiales, siento mucho todo lo ocurrido, no volverá a pasar. ¡Es que también no hay baños cerca!
--¿Cómo que no hay? Esta el de plaza Hidalgo, aquí a 7 cuadras – alegó el policía mas joven—ese abre incluso a estas horas de la noche.
--¡Uchale, mi joven va a haber que llamar a una patrulla para que se lo lleven al M.P.! –sentencio el líder de aquel trío.
Ramón que no había tomado cartas en el asunto y que hasta el momento contemplaba divertido la situación, se tornó serio cuando escuchó lo de la patrulla y preguntó a los oficiales lo que procedía; el mas joven le contestó:
--No se preocupe por su amigo, joven, solo lo llevaran para que el juez decida cual es la pena por la infracción que cometió, no pasara de 10 salarios mínimos.
El policía canoso mientras tanto, se comunicó por medio de un celular con la central y reportó el incidente haciendo uso verbal de las clásicas claves numéricas de la fuerza policial. Ramón hacía un calculo mental de a cuanto podría ascender la multa cuando de pronto los policías pidieron a David acercarse a la calle pues venia en camino una patrulla.
Los dos jóvenes siguieron a los uniformados y los cinco esperaron a la orilla de la banqueta, mientras un río de carros con faros encendidos atravesaban la calle a altas velocidades. En eso se divisó una torreta azul y roja, los tres regordetes policías agitaron los brazos para que la patrulla se detuviera y así sucedió, pues esta se alineó a la banqueta y el conductor se asomo por la ventanilla, preguntando:
--¿Qué paso compas?
--Una infracción civil, orinando frente a la capilla de la inmaculada concepción de Maria
--¡Uyy, pos si esta grave! Pero nosotros no los podemos llevar ahora estamos dando un rondín, nos avisaron que vieron el carro de la parejita esa que siempre se encuera. Parece que ya les gusto que los sorprendamos, la vieja esta bien buena. Esperen a que pase otra patrulla ¿No?
--Pues como usted diga compañero, ahí nos vemos
--¡Igual compa, ahí te ves! –dijo el patrullero mientras aceleraba y se perdió rápidamente en una boca calle.
--¡Rondín, mis tompiates, pinches huevones! –dijo el líder de los tres policías— y todavía les dan patrullas a nosotros ni bicicletas, a pura pata nos traen, no cabe duda que no sirve de nada ser honrado.
--¡Ya bájele mi sarge!, Ahí viene otra –le dijo el azul de rubio mostacho
--¡Pues párala inútil!
Así hizo el joven poli, bajando de la banqueta para hacerse notar. La patrulla divisada, procedió a orillarse y en esta ocasión el copiloto que parecía ser un policía veterano, bajo del vehículo cuando este continuaba en movimiento y rodeándolo por la parte de atrás subió a la banqueta y prorrumpió:
--¡Aja! ¿Que tenemos aquí, un caso de drogas? Bien hecho muchachos, desde este momento yo me encargo.
Ramón y David aunque serios, se asustaron por la aseveración del patrullero y los tres panzones perseguidores del crimen se quedaron callados hasta que el mas joven interrumpió:
--No, pero si solo estaban meando en el parque, --luego reflexionando dijo-- bueno de hecho solo uno de ellos.
El colmilludo policía frunció el ceño queriendo fulminar con la vista a su novato compañero con todo y su simpático bigote y agrego:
--¿Y acaso ya los revisaron bien, que no saben que el uso de algunos enervantes produce incontinencia y unas ganas tremendas de vaciar la vejiga?
A lo que David molesto contesto:
--¡Si, sobretodo el consumo en exceso de H2O! No diga sandeces y llévenme ya al M.P. que traigo prisa.
El comentario no agradó mucho al patrullero y se preparaba a contestar, cuando su compañero que permanecía al volante, le interrumpió:
--¡Tenemos un 82-87!
--Tendrán que esperar otra unidad, buenas noches –dijo el veterano y una vez abordo el vehículo este arranco y se perdió en la distancia al igual que la primera patrulla.
Los tres policías se impacientaron por la situación que cada vez le parecía mas cómica a los dos muchachos, el silencio fue interrumpido por el sargento que furibundo dijo:
--¡Me lleva la que me trajo! ¿qué nos van a dejar aquí toda la noche? –y después dirigiéndose al policía canoso prosiguió—¡Senties, llame otra vez al cuartel, dígales que nos envíen alguien que sirva para algo, que si no voy a liberar al infractor!
David ser alegró al escuchar la amenaza del sargento, pero se desilusionó rápidamente cuando el ruido de una patrulla los hizo darse cuenta nuevamente de las luces rojas y azules de una nueva patrulla. Otra vez los policías hicieron guiños para detenerla, esta vez los patrulleros venían directamente del cuartel, causa expresa por la infracción cometida.
Revisaron de pies a cabeza a David y le indicaron abordara a la unidad, se volvió una tragedia cuando le dijeron a Ramón que el no podía subir al vehículo para acompañar a su amigo, pues solo tenían permitido transportar a infractores
Ramón pensó en marcharse a su casa, pero David le dijo:
--Me alcanzas allá ¿no? A lo mejor necesito que me prestes lana
--Por supuesto, nos vemos allá –respondió-- ¿Dónde es?
Ramón caminaba por una gran avenida con camellón, los policías le habían indicado como llegar al M.P. supuestamente estaba localizado a unas 12 cuadras del parque, no era muy lejos pero todavía era de noche y a pesar de que ya se divisaba la aurora del amanecer en el horizonte, todavía no se veía pasar ningún autobús, trolebús, microbús o pesero.
Decidió tomar un taxi, se acercó a la calle y extendió el brazo al primer vocho verde que pasaba, este se orilló al instante, el conductor abrió de un empujón la puerta y al mismo tiempo la sujetó con una cadena amarrada a ella.
--¿Adónde lo llevo joven? –dijo amablemente.
--Aquí al M.P. derecho como a unas 10 cuadras
--¡Uyy no joven, pensé que iba pa mi rumbo, es que ya me voy a dormir!
--Solo son diez cuadritas, no es tanta vuelta –le rogó Ramón
--¡Esta bueno, pero le cobro doble banderazo, pa que valga la pena joven! ¿Qué dice? –dijo el taxista descarando el intento de estafa.
--No, pues no. Ahí la dejamos mejor –dijo Ramón dándose cuenta del timo.
--Le va a costar trabajo agarrar otro taxi, pero pues como quiera –el conductor jaló la cadena y acelerando simultáneamente se alejó azotando fuertemente la puerta de su vehículo.
Sin saber que pensar Ramón se quedó estático por su mente pasó que ese taxista era mas inútil que el ángel de la guarda de los Kennedy.
Pero su pensamiento se interrumpió cuando divisó la torreta de otro taxi que se acercaba, se abalanzó a la calle y movió los brazos desesperado, pero el conductor al parecer se asusto pues reaccionó de una forma muy extraña, frenó en seco como a treinta metros de Ramón, quien se acercó corriendo al vehículo, pero el taxista piso el acelerador, metió la reversa, se dio vuelta en “U” y se escapó en sentido contrario.
Ramón se impresionó mucho por lo ocurrido, volteó para todos lados, buscando alguna explicación lógica la cual no halló por ninguna parte, entonces continuó su camino.
Unas cuadras después, divisó otro taxi, pero este venia del otro lado del camellón, el muchacho grito con todas sus fuerzas:
--¡TAXI!
El conductor dio un flashazo con las altas y rápidamente tomó el retorno para ir en busca de su nuevo cliente. Abrió la puerta empujándola y dijo efusivamente:
--¡Buenos días! ¿Adónde lo llevo?
Ramón sin decir nada abordo rápidamente y de la forma más cortés que pudo dijo:
--Voy aquí cerca como a nueve cuadras.
--Muy bien joven, agárrese –contesto el taxista, cerrando la puerta con su también clásica cadena y prosiguió-- ¿Qué ya a descansar a su humilde morada, mi buen?
--¡No para nada! –dijo Ramón.
--Espero no este yendo al trabajo, por que además de que nadie debiera trabajar en domingo lo veo muy jodido como para acabar de levantarse.
--No ¿cómo cree?, Voy por un amigo aquí al M.P., ¿si lo conoce no?
--Pues espero se refiera al M.P., por que a su amigo no tengo el gusto –respondió riéndose en forma sarcástica.
--Je je je, --rió Ramón—Oiga por cierto, hace rato paré otro taxi pero se detuvo en seco y se dio la vuelta, poniendo pies en polvorosa ¿Qué le habrá pasado no sabe?
--Je je je, ¡Le vieron cara de caco!, es que su pinta no le ayuda nada, yo lo subí solo por que es mi primer cliente y pues todavía no tengo nada que me robe, además es de mala suerte no atender al primero que nos haga seña. Por cierto ¿Si trae cambio verdad? Ya ve que estoy comenzando el día.
--Pues mire traigo un billete de 500 pesos –dijo Ramón—pero supongo que si usted no trae lo podemos cambiar en alguna tienda.
--Si no se preocupe, me alegra escuchar que traiga dinero que es lo que importa –dijo seriamente y de pronto dando un frenón, volteo su cuerpo sobre el asiento sosteniendo un arma.
Ramón ya no sabía que esperar no era su noche definitivamente. Miles de pensamientos pasaron por la mente de Ramón, ¿debía de dar el dinero y no arriesgarse? A lo mejor iba a necesitar el dinero para sacar a David del M.P., pues según sus cálculos la multa podría ascender a 480 pesos.
El salvar su vida comenzó a convertirse en su prioridad a la orden del asaltante metió su mano para buscar su cartera, pero los nervios lo traicionaron y debido a su lentitud el taxista desesperado estiró la mano para catearlo el mismo, pero se descuido pues bajo el arma y Ramón pudo ver una banda roja de fulminantes que sobresalía en la parte trasera del revolver, entendiendo que el arma era mas falsa que el taxista, lo golpeo en el rostro al tiempo que este acciono el gatillo. Y tal como supuso el desesperado muchacho, la pistola solo era de juguete, hizo mucho ruido y despidió un penetrante olor a pólvora pero no le provoco el menor daño. Abrió la puerta del Taxi y desesperado emprendió la huida metiéndose por una calle estrecha.
Sin saber ni como, después de correr como 3 cuadras Ramón se encontró frente a frente con la oficina del Ministerio Publico y jadeando empujó la puerta.
Vio a su amigo David saliendo de una oficina, acompañado por algún licenciado que lo reprendía amablemente por la infracción cometida, recordándole no hacerlo nuevamente.
David sonreía carismático, de pronto descubrió a su amigo en la entrada, se acercó y le mostró cual trofeo, una multa pagada por 48 pesos, levantada por la infracción de depositar desechos o basura en la vía publica.
Cuando salieron a la calle, el sol resplandecía en el horizonte y los pajarillos trinaban ya. David viendo a su amigo le sugirió:
--¿Y si tomamos un taxi, Ramón?
--No lo creo, prefiero caminar ¿y tu?
--No se, ya me dieron de nuevo ganas de mear –dijo David un poco serio.
--Pues ya sabes a la plaza Hidalgo, ahora solo esta como a 20 cuadras –dijo Ramón riendo.
--¡Suena bien! Pero no me terminaste de contar ese chiste
--¿Qué dices, cual chiste?
--Las tres cosas mas inútiles ¿recuerdas? El chiste que contabas
--Ahh claro, se me olvidaba, te decía que las tres cosas más inútiles del mundo son –Ramón alzó tres dedos, se disponía a contar cuando el mismo se interrumpió y dijo:
--¡Creo que después de esta noche, ya no lo sé!
por m A m E
LAS SEIS MENTIRAS DE FECAL
LA HISTORIA EN BREVE
Ciro Gómez Leyva
Aló, Caracas, Felipe está diciendo mentiras
Para alertar que en México ocurrirá algo parecido si gana Andrés Manuel López Obrador, Felipe Calderón hizo ayer ocho aseveraciones sobre el espanto que significa vivir en la Venezuela de Hugo Chávez. Dijo el candidato del PAN en entrevista de radio con Joaquín López-Dóriga:
Uno, Chávez expropió todo el sistema de comunicaciones.
Dos, expropió todo el sistema bancario.
Tres, los médicos no pueden cobrar las consultas privadas.
Cuatro, ya no hay escuelas ni clases particulares.
Cinco, la ley inmobiliaria fomenta la apropiación de casas desocupadas.
Seis, quien tenga una casa de descanso o un segundo bien inmueble “lo pierde en beneficio del país”.
Siete, es delito “traer” dólares.
Y ocho, se están cancelando los pasaportes para salir de Venezuela.
Impresionante. Y falso, en su mayoría.
Llamé a Humberto Márquez, corresponsal de MILENIO en Caracas, para preguntarle si Chávez expropió el sistema de comunicaciones. “No es cierto”, respondió. “Está tan abierto que el empresario Carlos Slim ha hecho cuantiosas inversiones. Hay, además, tres grandes compañías de telefonía celular y empresas privadas de radio y televisión”.
¿Se expropió el sector bancario? “Al contrario, los bancos están haciendo muy buenas ganancias”, dijo.
¿Los médicos no pueden cobrar consultas privadas? “Lamentablemente, algunas veces exageran y las cobran muy caras, mucho más de lo que yo quisiera; lo que es cierto es que el organismo tributario está siendo muy severo en el control de algunas clínicas privadas”.
¿No hay clases ni escuelas particulares? “Por supuesto que hay escuelas privadas, únicamente se discute si debe autorizarse la enseñanza de la religión católica en las escuelas públicas”.
Humberto Márquez negó además que la gente esté perdiendo su segundo bien inmueble; reconoció que hay un problema de invasiones a casas no habitadas (“unas docenas de inmuebles afectados, viejos, abandonados”); explicó que sí hay un control de cambios para comprar e introducir dólares y que, en efecto, obtener un pasaporte puede tomar de 15 días.
En la diatriba contra López Obrador, Calderón estuvo cerca de la verdad en dos de sus ocho aseveraciones, exageró en dos y no tuvo reparo en mentir en las otras seis. Verdades a medias, mentiras redondas, ¿todo se vale en la guerra para evitar que “un peligro” llegue a Palacio Nacional?.
martes, abril 11, 2006
DE MARADONA A PONIATOWSKA Y UN CIUDADANO COMUN
MÉXICO DF A 11 de Abril , De Maradona a Poniatowska
Ésta carta es para todos aquellos que no se animaron a escribir y pensaron hacerlo. En caso de que esta carta les traiga a la mente pensamientos parecidos a los míos, corran la voz:
Hemos observado desde hace tiempo muchas campañas que buscan enfrentar a los mexicanos, eso incluye aquella en que el presidente mexicano atacó a Diego Armando Maradona por expresar su opinión, estos excesos dañan la integridad moral de quienes intentan expresarse en favor de un cambio de gobierno, propiciando que dicha impunidad sea transmitida a las campañas electorales, actualmente los mensajes no se dirigen a demostrar que candidato o posición es mejor, desde el principio, un partido en particular buscó únicamente dañar a sus oponentes, posteriormente se sumaron los demás.
Aquello que debe ser un acto civilizado para convencer con propuestas se convirtió en la más absurda de las batallas y el espectáculo rebasó todos los límites el día viernes, cuando por seguir con una inercia de descalificaciones, se volvió a utilizar una figura que más allá de ser pública es una institución, por el simple hecho de ser parte de quienes nos educan todos los días, su educación ha propiciado que muchos mexicanos sin importar corrientes de pensamiento, exijan democracia.
Parece absurdo que en el momento que alguien manifiesta su opinión en legítimo derecho se le utilice y se le quiera tapar la boca, no para demostrar que se equivoca, sino para intentar dañar al oponente político; esta vez involucrando a esta personalidad con actos en que no se debía confundir y más allá causar sensación los videos de Bejarano y Ponce, que mucho indignaron en su momento, la sociedad se sintió ofendida por el hecho de querer callar con un acto que lejos de ser una competencia entre dos candidatos, es una agresión directa de un partido hacia un ciudadano. Utilizando palabras de dicho partido “nadie debe callar a nadie”. Este acto no debe tolerarse por nadie que busque una convivencia democrática sana, sin importar el partido de su preferencia.
Debemos exigir que las campañas se establezcan sobre bases de convivencia sanas en las que un error como este no sea subsanado con palabras como las del presidente del partido Acción Nacional, Manuel Espino, quien con todo lujo de soberbia dijo “pobre señora me da pena”.
Por si faltara gente por agregar a toda esta serie de barbaridades por parte del presidente del partido, quien no conforme con haber llevado a cabo dicha agresión, incluyó a otros intelectuales dudando de su integridad moral. Una persona así no debe ser presidente de un partido político en un país democrático.
Ya basta, la sociedad civil debe exigir un trato digno por parte de todos los partidos, sus candidatos y las autoridades, nosotros somos quienes tenemos que decidir. Esto es intolerancia y autoritarismo, queremos propuestas.
Sufragio efectivo
ATENTAMENTE
Jorge Hernández
Ciudadano común
Sr. PRESIDENTE VETE LA LEY TELEVISA!!!
Terrible Funk esta pŕomoviendo que se manden hacer calcomanias con esta demanda para poner en los carros, si piensan como nosotros que este ley es bastante irregular desde su origen, ponganla en su blog, manden imprimir esta imagen en playeras o carteles y mandenla por mail, lo que sea se les ocurra, pero hagamos presión por la libre expresión.
Lupa Ciudadana
lunes, abril 10, 2006
¡LAS CAMPAÑAS DEBERIAN DURAR MENOS!!!!
Estas caricaturas de Helguera, Hernandez y del Fisgon nos recuerdan en que tiempo vivimos
y que las champañas empezaron ya hace tanto tiempo que pareciera siempre hubiéramos estado viviendo con ellas, o no será que así ha sido, ¿No llevan nuestros políticos- politicuchos -gobernantes todo el sexenio compitiendo por la grande?
Se acuerdan de Castañeda o de Creel, donde estará ese par ahora? Tanto dinero gastado en promocionarse ¿Para qué? Para quedarse guardados en un diván, gabinete o gabinetazo; tal vez una senaduría y párenle de contar.
Pero es que algo debe estar mal con nuestro sistema, ¿Qué acaso esperamos que por una especie de magia o alquimia, surjan grandes lideres en este medio corrupto, como surgiría oro de la mierda?
Tenemos que volvernos participes de este proceso, no solo votando o no votando, participando de algún modo, cuando navego por la llamada “Blogosfera” me entristece percatarme de que al menos en los sitios mexicanos existen muy pocas referencias a lo que sucede en el país, como si este medio fuera otro universo paralelo donde solo importaran, los barritos que me salieron en la cara, lo chafa que salió el Nokia 97”#$”#%, que si no tengo novio y no quiero tenerlo pero que feo se siente no tener uno, etc.
Somos un país con mas de 100 millones de habitantes en el cual solo 10 millones tienen acceso a una computadora, 2.7 millones a Internet de los cuales aproximadamente 5,000 tenemos una bitácora o blog,
Uno de los países donde más ha proliferado el fenómeno blog es Irak, pues la gente común lo ha utilizado como medio de denuncia de lo que esta pasando entre la población civil, me pregunto ¿Necesitamos una catástrofe como la Iraquí para reaccionar y empezar a participar siquiera con nuestra opinión?
Como yo no pienso esperar a que eso suceda, invito a todos a responder el siguiente cuestionario que a forma también de batón, meme, pasala sino te embarazas etc envió a las siguientes 5 personas,
lulumarina
Omegar
@x
dr neon
el buen moris
las cuales haran lo propio con otras cinco personas para asi seguir el meme, dejando un aviso en los comentarios de alguien mas.
Dejo aquí 5 preguntas que cuestiono a la opinión publica no sin antes dejar tambien mis respuestas:
1) ¿Te parecen necesarios los casi 6 meses que duran las campañas presidenciales? Si no es así ¿cuál seria para ti el tiempo conveniente?
R= considerando que las campañas empezaron en realidad hace 6 años, me parece que 3 meses serian mas que suficientes para que dieran giras por el pais, se reunieran con distintas agrupaciones politicas y realizaran uno o dos debates antes de las elecciones.
2) ¿Qué opinas de los presupuestos de campaña?
R= Me parecen excesivos, el tope de gastos es demasiado alto, además que se debiera revisar también desde el punto de vista ecológico ambiental, pues la cantidad de basura que se produce en campañas es mounstrosa en verdad. Entiendo que viniendo de un oficialismo partidista es necesario que el IFE le aporte dinero a los partidos, pero también debería haber planes de ir reduciendo ese gasto conforme la democracia se estabilice y consolide, pero al parecer la partidocracia no tiene planes de que esas dos cosas ocurran
3) ¿Y que hay de la publicidad negativa, es correcto que un candidato le haga anti-campaña a un adversario con el presupuesto salido de nuestros impuestos?
R=No me parece correcta la publicidad negativa, solo crea un ambiente mas hostil e inseguridad en la gente, mucha de la cual seguro decidirá no ir a votar. Me parece que el IFE debe de tener legislaciones mas claras entorno a las campañas de descalificaciones, si no como en un partido de fútbol en el que el arbitro no saca oportunamente las tarjetas puede llegar a salírsele de las manos el control y terminar en una sangrienta golpiza
4) ¿Cuál ha sido el peor spot publicitario, acto de campaña o propuesta que has visto en esta carrera electoral por la presidencia y de que partido es?
Hasta hoy por la mañana hubiera dicho que la peor idea para esta contienda era la de invitar a Jose Maria Aznar (expresidente español) a hablar en favor de Felipe Calderon, sin primero consultara la baja popularidad (12% de popularidad contra 57% de repudio entre los que lo conocen) que tiene este exmandatario en nuestro pais, pero despues de ver la forma en que editaron el mensaje de Elenita Poniatowska me parece que esta contienda se ha distorcionado ya mas de la cuenta, pues esta escritora, reconocida nacional e internacionalmente, es un valor de nuestra nacion y creo que lo minimo es deberle un poco de respeto al derecho que tiene de expresar su natural predileccion por un candidato. Se que los del PAN lo hacen por que en nuestro pais de escasos lectores a pocos les importará lo que esta señora tenga que decir, pero aun asi creo que si se pasaron.
5) ¿Cuál ha sido la propuesta mas interesante y de contenido que has escuchado durante este periodo electoral y de que candidato fue?
"Vincularemos el Pacífico con el Atlántico, en el Istmo de Tehuantepec por medio de un tren de 4 vias que ademas dara un gran impulso a los puerto de Salina Cruz y Coatzacoalcos".
Este es uno de los 50 puntos de el peje, creo que si se lleva a cabo, teniendo el cuidado que no afecte la situacion social, cultural y ecologica de la zona, podria ser un gran incentivo economico para nuestro pais que competiria sin ninguna duda con el clasico canal de Panama en manos de los EU.
sábado, abril 08, 2006
"eL vEnAdO Y eL cOLIbRI", 7tma parte
La noticia entusiasmó también a Amatl y ambos aceleraron su paso con la esperanza de llegar más pronto al lugar que donde podrían salvar a todos los seres del Gran bosque viejo.
Mantuvieron la marcha toda la noche y cuando aclaraba el nuevo día, Huitzol nuevamente ascendió muy alto para ubicar nuevamente la montaña pero grande fue su sorpresa cuando se percató que esta no se encontraba más donde la viera el día anterior. El colibrí no encontró explicación a lo ocurrido y descendió enfadado a comentarlo con Amatl. Ambos reflexionaron sobre la posibilidad de que Huitzol se hubiera confundido con algo mas o el que los deseos de llegar a la meta le hubieran hecho alucinar. Al día siguiente el colibrí se elevó por los aires y nuevamente divisó en la lejanía la supuesta montaña, lo informó al instante a su hermano. Por este motivo decidieron proseguir su marcha durante el día, sin importarles el calor abrasador, pues era la única forma de no perder de vista a la anhelada montaña. Pero al llegar la tarde el colibrí se elevo nuevamente para confirmar la ruta y con angustia contempló que la montaña había desaparecido una vez mas.
Amatl comenzó a creer que su hermano se había dañado por el calor de los dias anteriores pero guardó sus comentarios para no hacer sentir mal a su hermano y amigo. Ese dia ocurrió que nuevamente Huitzol divisó la escurridiza montaña, ellos reanudaron su camino para encontrarla, lamentablemente esta volvió a desaparecer. Esa noche fue la primera vez que los inseparables amigos pelearon, pues muchas veces se tienen visiones distintas de un mismo hecho, la discusion fue larga y pareciera no tener solución pero antes del amanecer sus orgullos se hicieron aun lado y finalmente hubo un reencuentro. Prosiguieron su marcha durante el día y justo cuando el sol se encontraba en el cenit, Amatl contempló frente a él, a unos cuantos pasos de distancia, un gran montículo de tierra, que relacionó inmediatamente con lo que el pequeño colibrí había visto anteriormente.
Huitzol salió de debajo de su hoja plateada donde se encontraba descansando, intrigado por la pausa de amatl y trinó alegre cuando descubrió el montículo que tan difícil les había sido encontrar. Amatl se disculpó ampliamente con su hermano que daba vueltas por los cielos reconfortado por comprobar que no había alucinado.
Entonces los dos se encaminaron hacia la enigmática montaña y sucedió que conforme mas se acercaban, comenzaron a observar ondulaciones en la arena, que producían hermosas figuras de todo tipo, era como si el desierto estuviera vivo y tratara de comunicarles algún mensaje pero que ellos no alcanzaban a entender, de pronto cuando se encontraron lo mas cerca de el gran montículo de arena, este se altero ante la llegada de las criaturas del bosque y comenzó a estremecerse, una gran boca se formo en el, pero mas sorprendente aun fue cuando acabó con el desolador silencio del desierto y con gran estruendo prorrumpió -¿Qué buscáis aquí? –dijo la potente voz y continuó -¿Acaso los ha enviado mi hermano a molestarme?
CONTINUA EN ---->>>>