miércoles, marzo 21, 2007

LOS POBRES EN LA ESTACION DE AUTOBUS

Durante el mes de noviembre pasado, tuve oportunidad de asistir al PRIMER ENCUENTRO IBEROAMERICANO DE POESÍA DE LA CIUDAD DE MEXICO 2006, este encuentro, que al parecer se llevara a cabo año con año, es en definitivo es un logro para todos los poetas de nuestro país, que debemos agradecer a un grupo decidido de poetas como Mario Bojorquez, Alvaro Solis y Mijail Lamas entre algunos, también a la Casa del poeta Ramón López Velarde, el Refugio Citlaltépetl y a la ALDF que fue quien tomó la decisión política para llevarlo a cabo.

Entre los poetas que participaron, estuvieron además de los mexicanos David Huerta, Alí Chumacero, Dana Gelinas, Eduardo Lizalde, Eduardo Langagne, Efraín Bartolomé, Coral Bracho, Francisco Hernández y Héctor Carreto; tambien una serie de grandes poetas del mundo ibérico, Raúl Zurita (Chile), Rodolfo Hinostroza (Perú), Pablo Armando Fernández (Cuba), Juan Manuel Roca (Colombia), Roberto Sosa (Honduras), Álvaro Salvador (España), Ledo Ivo (Brasil) entre otros.

Debo aceptar que aunque no soy un gran conocedor de poesía me encanto regalarme unas cuantas horas durante 4 dias seguidos para escuchar a estos maestros de la emoción y el sentimiento convertido en palabras.

Raul Zurita, me conmovió no solo con su retorica, sino con la proyección de su espíritu al narrar la muerte de sus amigos, con el sangriento golpe pinochetista. La fuerza de su voz, brotando de los labios temblorosos por el Parkinson:
Mi Dios es Hambre
Toda una experiencia en verdad o que decir de Ledo Ivo, un personaje que parece ver a travez de nosotros, que su poesía no se pierde con el tiempo que cada vez se siente mas y mas, que aunque habla de temas contemporáneos, sus temas se sienten tan universales, tan sencillos y tan complejos, tan cercanos al chino, al gringo, al europeo, al cubano, al brasileño, al mexicano, al iberoamericano, al mundo.
Me voy dejándoles este poema precisamente de Ledo Ivo y un video de Raul Zurita recitando no dejen de echarle un ojo.

Los pobres en la estación de autobuses

Los pobres viajan. En la estación de autobuses
levantan los pescuezos como gansos para
.........mirar
los letreros del autobús. Sus miradas
son de quien teme perder alguna cosa:
la maleta que guarda un radio de pilas y una
.........chaqueta
que tiene el color del frío en un día sin
.........sueños,
el sandwich de mortadela en el fondo de la
.........mochila,
y el sol del suburbio y polvo más allá de los
.........viaductos.
Entre el rumor de los alto-parlantes y el
.........traqueteo de los autobuses
temen perder su propio viaje
escondido en la neblina de los horarios.
Los que dormitan en las bancas despiertan
.........asustados,
aunque las pesadillas sean un privilegio
de los que abastecen los oídos y el tedio de
.........los psicoanalistas
en consultorios asépticos como el algodón
.........que tapa
la nariz de los muertos.
En las filas los pobres asumen un aire grave
que une temor, impaciencia y sumisión.
¡Qué grotesco son los pobres! ¡Y cómo
.........molestan sus olores aun a la distancia!
No tienen la noción de los conveniente, no
.........saben portarse en público.
El dedo sucio de nicotina restriega el ojo
.........irritado
que del sueño retuvo apenas la legaña.
Del seno caído e hinchado un hilillo de leche
escurre hacia la pequeña boca habituada al
lloriqueo.
En los andenes van y vienen, saltan y
aseguran maletas y paquetes,
hacen preguntas impertinentes en las
.........ventanillas, susurran palabras misteriosas
y contemplan las portadas de las revistas con
aire espantado
de quien no sabe el camino del salón de la
.........vida.
¿Por qué ese ir y venir? ¿Y esas ropas
.........extravagantes,
esos amarillos de aceite de dendé que lastiman
.........la vista delicada
del viajero obligado a soportar tantos olores
.........incómodos,
y esos rojos chillantes de feria y parque de
.........diversiones?
Los pobres no saben viajar ni saben vestirse.
Tampoco saben vivir: no tienen noción del
.........confort
aunque algunos de ellos tengan hasta televisión.
Verdaderamente los pobres no saben ni morir.
(Tienen casi siempre una muerte fea y de mal
.........gusto)
Y en cualquier lugar del mundo molestan,
viajeros inoportunos que ocupan nuestros
.........lugares
aun cuando vayamos sentados y ellos viajen
.........de pie
©Ledo Ivo
De: La noche misteriosa