<<<<---SIGUE DE
Pues bien se dice que tan solo dos días después de la partida de Huitzol; su hermano, Amatl, se
Pues bien se dice que tan solo dos días después de la partida de Huitzol; su hermano, Amatl, se
sumergió en una gran tristeza, que se transformo en enfermedad y que por mas que sus
hermanos trataron de animarlo, no lo pudieron sacar de el letargo mortal al que la añoranza por su hermano lo conducía. Y al mismo tiempo algunos otros de los hijos de Ahuetl caían en el sueño eterno por la ausencia de el líquido vital.
Pero paso que durante el transcurso de la tercera noche de partida de el colibrí. Todos los habitantes del bosque escucharon antes de que saliera la luna un extraño ruido, como si algo se desgarrara en las cercanías de el claro donde habitaran Xacara y sus hijos, la tierra se levanto y algo se arrastro hacia las afueras del bosque. Cuando amaneció por fin a la mañana siguiente, sorprendidos todos se percataron de que Amatl había desaparecido y tan solo un hueco en la tierra quedaba como evidencia del cual partían surcos simétricos hacia las afueras del bosque, describiendo el camino de su partida y todos se sorprendieron de la determinación de el pequeño arbusto para seguir a su amado hermano a través de el desierto de arena blanca. Las distintas aves y pajarillos de todo color, quienes también fueran hermanos de Amatl, volaron trinando a gritos la noticia a los cuatro vientos,-¡Amatl se ha marchado!- decían, noticia que no dejo de sorprender a cada uno de los habitantes de el Gran bosque viejo.
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Pero paso que durante el transcurso de la tercera noche de partida de el colibrí. Todos los habitantes del bosque escucharon antes de que saliera la luna un extraño ruido, como si algo se desgarrara en las cercanías de el claro donde habitaran Xacara y sus hijos, la tierra se levanto y algo se arrastro hacia las afueras del bosque. Cuando amaneció por fin a la mañana siguiente, sorprendidos todos se percataron de que Amatl había desaparecido y tan solo un hueco en la tierra quedaba como evidencia del cual partían surcos simétricos hacia las afueras del bosque, describiendo el camino de su partida y todos se sorprendieron de la determinación de el pequeño arbusto para seguir a su amado hermano a través de el desierto de arena blanca. Las distintas aves y pajarillos de todo color, quienes también fueran hermanos de Amatl, volaron trinando a gritos la noticia a los cuatro vientos,-¡Amatl se ha marchado!- decían, noticia que no dejo de sorprender a cada uno de los habitantes de el Gran bosque viejo.
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