miércoles, marzo 30, 2005

La Buena Madre

Terminaba el día y ella todavía no tenía para dar de comer a sus hijos. Se dirigió a la casa de la Señora; allí conseguiría algo, pues siempre tenía de sobra.
Al parecer no había nadie; el apuro era grande y ella pensó en sus pobres hijos pidiéndole comida, entonces trepó decidida por la enredadera y así logro entrar al jardín. Vio una ventana abierta y no espero ni un segundo; ya dentro de la casa, busco el camino a la despensa, la cual se encontraba abierta.Un paraíso se revelo frente a sus ojos, por fin tenía al alcance lo que más necesitaba: COMIDA.
Su estomago, vacío durante varios días, produjo ruidos diversos, mientras que su boca se humedecía con la saliva y su mente se inundaba con los pensamientos de lo felices que serian sus hijos al ver tanta comida. Una vez superado el trance que le produjo aquella visión, regresó a la realidad y se decidió por un gran jamón serrano que se asomaba bajo un paño de algodón.
Justo cuando avanzaba para pepenar ese gran jamón, se percato de que no podía mover una de sus piernas, la cual literalmente estaba pegada al suelo; trato de zafarse, pero sólo logró pegarse más. Hizo uso de todas sus fuerzas sin lograr liberarse; no pudo más y cayo de bruces rendida por el cansancio, adhiriéndose entonces la mayor parte de su cuerpo a la superficie pegajosa en que se encontraba. Nuevamente volvió a insistir tratando una y otra vez, pero de nada sirvió ningún esfuerzo, el pegamento cubría todo su cuerpo. Sintió que la angustia se desbordaba fuera de si y sin poder evitarlo cayó en un letargo de inconciencia.
Un sueño invadió su mente entonces. En este, llegaba a su casa cargando esa gran pierna de jamón y sus hijos felices la vitoreaban dando vueltas entorno a ella. De pronto una voz en la lejanía la despertó de su sueño, al parecer la Señora y su familia se encontraban de regreso. La angustia por el momento difícil en el que se hallaba volvió a hacerse presente; tenia que salir de ahí antes de que alguien la encontrara en esa absurda situación. Se esforzó nuevamente para poder despegarse, sintió un gran dolor pero la búsqueda de la libertad nublaba su mente y de pronto fue como si la piel comenzara a desgarrarse, y realmente era lo que ocurría. Pero esto no acabo con su determinación de liberarse. Ella veía aterrada como parte de su piel y cabellos se desprendían, para quedar fijos en el suelo, mientras el dolor se incrementaba más y más.Ya había librado casi todo su cuerpo cuando un ruido la hizo voltear y ahí, al pie de la puerta de la alacena, se encontraba la señora de la casa, que con un ceño de asco se horrorizó ante la grotesca imagen y acto seguido corrió pidiendo ayuda a gritos.Justo en ese momento ella logró despegarse completamente y mal herida se arrastro, se incorporó y comenzó a correr, dándose a la fuga; mientras los habitantes de la casa permanecían inmóviles, escandalizados por la sorpresa y sin saber como actuar, indecisos ante la situación.La puerta de la calle se encontraba abierta, así que ella aprovecho el momento para escabullirse; en eso la señora salió con una escoba junto con más personas armadas de manera similar, con actitud agresiva. Como si fuera prófuga de alguna prisión de máxima seguridad, ella corría entre los transeúntes que, sorprendidos por su aspecto, se hacían a un lado. Un policía que dormía recargado en una banca, no pudo evitar que su perro persiguiera a la intrusa; el cual mostrando los dientes, ladro y se dio a la carrera.Ella sintió el aliento babeante de aquel canido seguirla de cerca pero apresuró su paso de manera que logró perderlo, llegando finalmente al callejón donde su morada y sus hijos se encontraban. Tras observar que nadie la hubiera seguido entro por debajo de un par de tablas, ahí entre cajas y cartones, encontró su refugio. Una vez en el resguardo de su hogar, llamo a sus ocho hijos; estos se sorprendieron al ver el estado en que su madre se encontraba, sangrante, con espacios de piel depilados y algunos otros desgarrados. Esto los entristeció y por instantes sus estómagos dejaron de recordarles la falta del alimento. Ella se lamentó con un tenue quejido y finalmente, con un suspiro, se tendió moribunda sobre el suelo duro.
Uno por uno sus hijos la rodearon e, inclinándose para llorar, la acariciaron y besaron en un inútil intento por reanimarla. Pero luego acercando sus encorvados cuerpos, los hambrientos pequeñuelos comenzaron un atroz rito.

Los afilados dientes se hundían en su carne justo cuando ella permitió brotar una lágrima de su ojo izquierdo. Pese a todo el sufrimiento, ella se encontraba feliz, pues sus hijos podrían sobrevivir a ese frío invierno. Sentía alegría, pues trascendía por ella y en sus hijos. Que en pocos meses tendrían fuerzas para procrear y alimentar a sus propias familias. Su cola se meneo por un par de segundos como si tratara de abrazar a sus hijos y finalmente expiró.

viernes, marzo 25, 2005

LOS MITOS NO SON MENTIRAS

"Llamas árbol a un árbol, sin detenerte a pensar que no era un árbol hasta que alguien le dio ese nombre. Llamas estrella a una estrella, y dices que es sólo una bola de materia describiendo un curso mátematico. Pero eso es simplemente como lo ves . Al nombrar y describir las cosas no estas mas que inventando tus propios términos.
Y asi como el lenguaje es invencion de objetos e ideas, el mito es invención de la verdad. Venimos del Cosmos e inevitablemente los mitos que tejemos, aunque contienen errores, reflejan tambien un astillado fragmento de la luz verdadera, la eterna verdad del Universo. Solo elaborando mitos, solo convirtiendose en un subcreador e inventando historias, puede aspirar el hombre al estado de perfeccion que conocio antes de la Caída. Nuestros mitos pueden equivocarse, pero se dirigen, aunque vacilen, hacia el puerto verdadero, en tanto que el progreso materialista por si solo, conduce a un abismo devorador y a la Corona de Hierro."

(Mythopoeia, Tolkien, J. R. R.)

jueves, marzo 17, 2005

puta...

Sí y sólo si,

es una regla que debiera ser pero no lo es.

La memoria ya no te lo recuerda.

Si y sólo si.



Si, pero ya no sólo

utilización de el más puro sentimiento

para teñir de asco la caverna.

Máscara profunda que buscas placer,

dentro de ti, el gozo.



Promesa parcial que se hace para tirarse.

Abriendo de par en par las negras intenciones.

La diferencia entre la esquina y tu boca radica,

en que no lo aparentas.

lunes, marzo 14, 2005

eL vEnAdO Y eL cOLIbRI", 3ra parte

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Pero paso que sin que nadie pudiera explicar el porque, después de su ultimo viaje la Lluvia no regreso y en cambio llego la sequía, la escasez del agua se sintió mas fuerte que nunca, la brisa partió lejos en la búsqueda de agua y para encontrar a su madre, pero pasaron los meses y la brisa no regreso de su misión.
Los habitantes del Gran bosque comenzaron a preocuparse pues muchos de los hijos de Ahuetl comenzaron a secar y morir, la situación se volvió alarmante. Fue asi que Xacara, madre de los árboles floridos, pidió a su hijo Huitzotl, que volara a la centro del Gran bosque y llevara una de sus flores violetas al gran tronco de Ahuetl, Huitzol no pregunto el por que, pues sabia que Ahuetl ,el gran padre de todos los árboles, sabría que hacer. Huitzol atendió entonces a la petición de su madre y aleteando lo mas rápido que pudo cargo la hermosa flor con su pico, hasta que finalmente alcanzo el centro del bosque, donde el gran árbol Ahuetl, se hallaba y después de comunicar el deseo de Xacara, Ahuetl abrió un hueco en su tronco e indico al colibrí que colocara ahí el regalo de su hija, entonces volviendo a cerrar su tronco Ahuetl también cerro sus ramajes y se dice que permaneció callado cual si durmiera, todos en el bosque esperaron impacientes, Huitzol descansando todo el tiempo sobre una de las ramas de Ahuetl, no se movió durante varios días, ni siquiera para alimentarse o saciar su sed. Y se dice que con el paso de los días fueron congregándose todos sus hermanos aves y pajarillos, venidos de todas las latitudes del Gran Bosque, y que allí reunidos llevaron uno de los eventos mas maravillosos de todos los tiempos, pues entonaron por primera vez un dulce canto, el primer cantar de las aves , dicen que su dulce melodía se asemejaba a aquel silbar de la brisa cuando acaricio por primera vez el ramaje de Xacara.
Se dice que este canto se prolongo durante días y que las aves aun conmemoran ese amanecer del séptimo día con sus cantos matutinos, pues recuerdan que cuando rayaba el alba en el horizonte y el primer rayo de sol toco el tronco de Ahuetl, este resplandeció con un color dorado y sus verdes hojas que se tornaron a un brillante plateado, comenzaron a caer una a una y cuando la ultima hubo caído, Ahuetl el gran padre de los árboles, murió.

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domingo, marzo 13, 2005

"...Encuentros"

.... Hace meses que trato de encontrar la belleza que en mi encuentras.
La busco en los armarios, la busco en los roperos pero solo los recuerdos de otros tiempos son lo que me encuentro. La busco en las nubes con sus formas momentaneas, en el caer de las hojas ese que cuenta el paso del tiempo; tambien la he buscado en los infinitos pasillos que llevan a cada uno de los cajones donde mi madre guarda lo que soy y lo que he sido. Hoy la busco en los espejos, pero solo me pierdo en la profundidad de mis ojos; sin embargo a ti te encuentro dibujada en mis pupilas y de nuevo me pregunto: ¿como es que yo en las tuyas me encuentro?

jueves, marzo 03, 2005

"eL vEnAdO Y eL cOLIbRI", 2da parte

<<<---SIGUE DE

Sucedió también que algunas de estas flores que conservaron la esencia de la brisa, quisieron ser libres por lo cual desarrollaron alas y volaron; sin embargo a menudo regresaban a las ramas de Xacara o a las de otros de los hijos de Ahuetl y fue así como nacieron las aves pequeñas de hermosos colores que vemos anidar y trinar en las copas de los árboles. De todos los hijos de Xacara, como se les llamaba entonces a las aves y pajarillos de hermosos colores, el mas querido por todos, fue Huitzol, el colibrí, con su espigado pico y su plumaje aguamarina, fue rápidamente reconocido por todos en el bosque; el mismo Ahuetl se alegraba cuado Huitzol, decidía posarse en su ramaje y la lluvia procuraba no derramar sus aguas cuando Huitzol volaba, pues siempre llevaba alegría y hermosas noticias a quienes visitaba, razón por la que aun se considere un buen augurio ser visitado por alguno de sus descendientes, los colibríes.
También era sabido que, de todos los habitantes del Gran bosque, Huitzol hizo especial amistad con un pequeño árbol, llamado Amatl, el cual sufría por no haber podido ser tan alto como sus hermanos, además de no ostentar hermosas flores y tener muy pocas hojas en su ramaje, a pesar de ser también descendiente de la unión de Xacara con la brisa; por lo cual se pudiera decir que el y Huitzol eran hermanos y en verdad así es como se llamaban entre ellos. Pero la vida de Amatl no era tan desdichada, pues a pesar de que lo afligía su apariencia, poseía una virtud que ninguno de sus hermanos árboles tenían, ni tampoco alguno de los demás hijos de Ahuetl si quiera imaginaba, la brisa le había otorgado la movilidad y podía mover su ramaje a voluntad y es así que Amatl en su vanidad recogía flores con sus ramas para parecerse a sus hermanos, aunque con el tiempo estas se secaran y cayeran de nuevamente.

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martes, marzo 01, 2005

"eL vEnAdO Y eL cOLIbRI", 1era parte

Después de la calma, cuando nacieron las tierras y los cielos, los lagos y los mares.
El creador y el formador, en sus dos pensamientos, crearon a Ahuetl, el árbol, el cual tuvo muchos hijos que brotaron de sus raíces subterráneas que se expendían hacia todos lados y así es que fue creado el Gran bosque. Entonces el creador y el formador pensaron, vieron y creyeron, seria bueno que la lluvia viviera ahí, el viento quiso acompañarla pero los hijos de Ahuetl se lo impidieron pues el viento lastimaba sus troncos y secaba la tierra. Aunque a la brisa, quien era hijo del viento y la lluvia, le cedieron el paso, fue gran amigo de los hijos de Ahuetl y jugaba con ellos y con sus hojas.
Pero el viento seguía enojado y desgarro la tierra a su paso y ordeno erosionar las montañas hasta hacerlas llano, se llevo el agua lejos, hizo que el bosque de Ahuetl y sus hijos quedaran solos, cual oasis en un desierto de arena blanca; pero el bosque sobrevivió puesto que la lluvia vivía en el y la brisa ocasionalmente llevaba agua que depositaba en un rocío de hermosas perlas diminutas, de esta forma calmaba la sed de sus amigos.
Mucho tiempo vivió el bosque en esta situación y cierto día que la brisa paseaba regando su rocío en las hojas de los fuertes árboles y los pétalos de las delicadas flores, se encontró de pronto con un claro en el bosque tapizado de hermosas flores y en el centro de tan bello jardín, un hermoso árbol que con un fino tallo blanco crecía hacia el cielo y que con miles de pequeñas hojas de un verde claro, al recibir los rayos de sol, resplandecía con un hermoso brillo dorado. La brisa ante semejante visión, decidió bailar y comenzó a hacerlo a través del claro, bailó entorno de los árboles mas cercanos, danzo entre sus copas, sin un rumbo fijo, volvió al centro del claro y decidido se acercó al hermoso árbol, y dio vueltas danzando en torno a su fino y espigado tronco, acariciando suavemente su ramas lo hizo bailar también y aquel árbol que no era otro que Xacara, la hija mas querida de Ahuetl, se dejo llevar por la brisa en una delicada melodía, compuesta por el dulce silbar del aire entre sus ramas y el rítmico crujir de el fuerte pero delgado tronco. Fue entonces que la brisa en un impulso tomo del suelo todas las flores que pudo y transportándolas dulcemente las deposito cual corona, la visión fue en verdad maravillosa y se cuenta desde entonces que todos los árboles floreados son producto de esta unión entre la brisa y Xacara, el hermoso árbol; y bien se dice, pues desde entonces las flores permanecieron en ella, no marchitaron y su belleza se incremento.

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